Introducción: el macroproyecto para construir la fábrica de celulosa de la empresa portuguesa Altri atenta contra los empleos, la salud, el turismo y todo el ecosistema vinculado a la ría de Arousa y la comarca del río Ulla.
Aunque la Xunta de Galicia aprobó la Declaración de Impacto Ambiental, vecinos, activistas, organizaciones civiles y ambientales protestaron este sábado por tierra y por mar –con 500 embarcaciones en varios puntos de A Pobra do Caramiñal, en A Coruña– contra este plan, que amenaza con destruir las condiciones de vida de la población y el resto de seres vivos, tal y como advierten los expertos.
El 29 de diciembre de 2022, el Consello de la Xunta de Galicia otorgó al proyecto el estatus de “proyecto industrial estratégico”, lo que permitió acelerar su tramitación considerándolo como prioritario.
La gestión del proyecto pasó, entonces, de Altri Participaciones y Trading SL a su filial Greenfiber SL en julio de 2023, donde comparte accionariado con Smarttia, la sociedad patrimonial de Manuel García Pardo, el CEO de Greenalia.
La Secretaría Xeral de Industria y Desenvolvemento Enerxético se encargó a partir de ese momento de tramitar la autorización, enviando la solicitud de evaluación ambiental ordinaria en febrero de 2025. El pasado 14 de marzo se hacía efectiva la autorización ambiental con el viso bueno de la Consellería de Medio Ambiente de Ángeles Vázquez.
Pero, es que no es un tema menor, la factoría que se pretende instalar en Palas de Rei ocuparía 366 ha, requerirá una potencia de consumo eléctrico de 110 MW, una captación de 46.000 m³/día de agua (16 hm3/año) y un permiso de vertido industrial al río Ulla de 30.000 m³/día de aguas residuales, lo cual es inasumible por gran parte de los vecinos, activistas, organizaciones civiles y ambientales, además de partidos políticos como el BNG o PSdeG-PSOE.
Macrocelulosa de la compañía portuguesa Altri
Miles de personas y de embarcaciones se concentraron ayer sábado en el municipio coruñés de A Pobra para mostrar su rechazo a la macrocelulosa que la compañía portuguesa Altri quiere ubicar en Palas de Rei (Lugo) y para oponerse a la reapertura de la mina de cobre de Touro (A Coruña).
Los Plataforma en Defensa da Ría de Arousa (Pedra), convocante de la manifestación, sostiene que ambos proyectos comprometen el agua del río Ulla y de la ría por ser altamente contaminantes, además de poner en peligro la viabilidad del sector agro-ganadero a muy largo plazo.
La manifestación por tierra ha transcurrido desde el puerto de la localidad hasta la playa de O Areal, mientras las embarcaciones pesqueras de distinto tamaño se han concentrado en la Ensenada do Caramiñal, en una jornada con una densa bruma en el mar.
La multitudinaria respuesta social a ambos proyectos se produce pocos días después de que el Gobierno gallego del Partido Popular haya dado el visto bueno a la declaración de impacto ambiental en el caso de la celulosa de Altri para ubicarse en la comarca lucense de A Ulloa.
La presidenta de la asociación vecinal Ulloa Viva, Pilar Naveira, ha dicho que aunque «es más que probable que el proyecto tenga licencia administrativa, lo que es 100% seguro es que no tiene licencia social».
El BNG moviliza a la ciudadanía
El presidente de Pedra, Xaquín Rubido, ha dicho que la respuesta social es una llamada de atención a las autoridades europeas y al Gobierno presidido por Pedro Sánchez para que no facilite financiación pública a la iniciativa empresarial portuguesa.
Además, ha pedido la dimisión del consejero de Mar, Alfonso Villares; de la consejera de Medio Ambiente y Cambio Climático, Ángeles Vázquez; y de la consejera de Economía e Industria, María Jesús Lorenzana. «Pensamos que la Xunta de Galicia tiene que cambiar de rumbo y el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, es el responsable«, ha asegurado.
La portavoz nacional del BNG, Ana Pontón, y el secretario general del PSdeG-PSOE, José Ramón Gómez Besteiro, han acudido a esta movilización para mostrar su rechazo a este proyecto. Pontón ha pedido que se escuche a la «inmensa marea de dignidad que está diciendo Altri no, Galicia sí«, mientras que Besteiro ha indicado que «no es un proyecto sostenible ni un proyecto de futuro; es simplemente una gran mentira«.
Por su parte, la consejera de Economía ha acusado al BNG de movilizar a la ciudadanía para protestar y al PSdeG de comprar el discurso y colaborar. Son acciones reivindicativas «lideradas y animadas por parte del BNG«. «Creo que nada nuevo bajo el sol; es comunismo del siglo XXI», ha dicho Lorenzana.
Altri pide ‘seriedad’ para su proyecto
Altri, a través de su filial Greenfiber, ha pedido menos «bulos» y «seriedad» para su proyecto de producir en Palas (Lugo) celulosa, iniciativa seguramente sometida «a un escrutinio más exhaustivo a nivel ambiental» que otra, «no sólo en Galicia, sino probablemente también en España».
Olga Arias, directora de Recursos Humanos y de Relaciones Institucionales de Altri en España defiende en un comunicado la «transparencia» de la propuesta para producir fibras textiles sostenibles de celulosa, con un sistema de depuración de aguas líder en la industria con el que dicen no afectar al río Ulla.
La portavoz recalca: «Invertiremos 80 millones de euros en el más eficiente e innovador sistema de depuración de aguas que hay en la industria para asegurarnos de que no se va a alterar el estado del río Ulla y, por lo tanto, que no va a afectar a los bancos marisqueros de la ría de Arousa«. «Lo demás son bulos», manifiesta, y añade que «este es un proyecto industrial del siglo XXI que sigue a rajatabla las directrices de la Unión Europea«.