Los incendios forestales, como el que afectó a Òdena en 2015, suponen una importante alteración de los ecosistemas forestales, estando ligados a su desarrollo y contribuyendo en la configuración del paisaje. No obstante, la magnitud de algunos incendios o la frecuencia con la que se suceden, hacen que los sistemas forestales puedan ver limitado su desarrollo sostenible.
Por ello la regeneración de los territorios debe hacerse de manera controlada y resiliente, pero siempre tomando en cuenta factores tan importantes como el cambio climático, el calentamiento global, las sequias, la variación de los suelos, etc.
La regeneración del bosque después del incendio: el ejemplo de Òdena
El 26 de julio de 2015 las comarcas del Anoia y el Bages sufrieron un incendio que quemó 1235 ha. Ahora, una década después, el paisaje no es tal y como se esperaba. Lo que debería ser un pinar de pino carrasco bastante apretado es un paisaje abierto, dominado por matorrales y algunos pinos y encinas. ¿Por qué este bosque se está regenerando de otra forma?
Parte de esta superficie quemada eran bosques de pinos jóvenes, también conocidos como vástagos, que se habían regenerado después de un incendio en agosto de 1986. El fuego quemó 15.882,30 hectáreas en los bosques de alrededor de Montserrat, Bages y Berguedà y se recuerda como uno de los incendios más graves.
Aquellos bosques se recuperaron rápido: los piñones germinados después del incendio crecieron de forma masiva hasta el punto de formar grandes “alfombras” de pinetones, sin apenas dejar espacio uno con otro, una estructura de paisaje que tampoco es la más idónea y que, de hecho, ya se ha estudiado cómo gestionarla . Ahora, una década después del incendio de Òdena, el paisaje no ha seguido el mismo patrón de recuperación.
Con el cambio climático, las perturbaciones como la sequía serán cada vez más frecuentes e intensas. En el caso presentado, no solo ha limitado la extensión y densidad de los pinares que se recuperaron tras el incendio de Òdena, sino que en otros puntos, la falta de agua provocó la muerte de muchos árboles. ECOticias.com



















