Respirar aire legal podría estar afectando al cerebro de los niños sin que nadie lo note

Publicado el: 21 de diciembre de 2025 a las 09:00
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Escáner cerebral que muestra posibles efectos de la contaminación del aire en el cerebro infantil

Un estudio con casi 11.000 menores sugiere que la contaminación cotidiana puede alterar la maduración cerebral incluso por debajo de los límites oficiales

Respirar aire con niveles “aceptables” de contaminación no significa necesariamente respirar aire inocuo, al menos cuando hablamos de cerebros en desarrollo. Un trabajo liderado por la Oregon Health & Science University (OHSU) y publicado en Environmental Research relaciona la exposición crónica a contaminantes habituales con cambios en la estructura cerebral de adolescentes, incluso cuando esas concentraciones estaban por debajo de los estándares federales de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA).



La investigación se apoya en el ABCD Study, el mayor seguimiento longitudinal sobre desarrollo cerebral adolescente en EE. UU. Los autores analizaron datos de resonancia magnética estructural recogidos en dos o tres oleadas y cruzaron esa información con estimaciones de exposición a contaminación (a partir de direcciones geocodificadas y registros de estaciones de monitorización). El foco estuvo en tres contaminantes muy comunes, las partículas finas (PM2.5), el dióxido de nitrógeno (NO2) y el ozono (O3).

Qué encontraron y por qué importa

El hallazgo clave se concentra en el grosor cortical, una medida que refleja cómo madura la corteza cerebral (la capa externa del cerebro). En términos generales, durante la adolescencia se produce un adelgazamiento progresivo asociado a la reorganización del cerebro. El problema aparece cuando ese patrón se acelera o se desvía de lo esperado.



Según el estudio, una mayor exposición basal a esos contaminantes a los 9 y 10 años se asoció con cambios persistentes en el grosor cortical, especialmente en regiones frontales y temporales. Son zonas vinculadas a funciones como la planificación y el control de impulsos, el lenguaje, la regulación del estado de ánimo y el procesamiento socioemocional.

El autor principal, Calvin A. Jara, lo resumió como una presión lenta sobre un cerebro que todavía está “en obras”. En su explicación, no tiene por qué haber señales inmediatas, pero la exposición sostenida puede “desviar” la trayectoria típica de desarrollo.

Por debajo de los límites, por encima de la preocupación

Uno de los puntos más incómodos es precisamente ese, las asociaciones aparecen incluso bajo los umbrales considerados seguros. La EPA, por ejemplo, fijó el estándar anual sanitario de PM2.5 en 9,0 microgramos por metro cúbico.

Esto no significa que el estudio “demuestre” que la contaminación cause por sí sola un problema clínico concreto en cada menor. Es un estudio observacional y trabaja con asociaciones. Pero sí añade peso a una idea que crece año tras año, la salud ambiental también es salud cerebral, y los márgenes regulatorios no siempre capturan los efectos sutiles a largo plazo.

En el plano biológico, los autores recuerdan mecanismos plausibles descritos en la literatura, como inflamación sistémica, estrés oxidativo y posible afectación de la barrera hematoencefálica.

Lo que deberían tener en cuenta familias y administraciones

La coautora Bonnie Nagel subrayó que “los factores ambientales” condicionan la salud infantil presente y futura, y que la contaminación es también un problema sanitario, no solo ecológico.

La parte práctica apunta a decisiones colectivas más que a trucos domésticos. Reducir emisiones del tráfico, mejorar el transporte limpio, aumentar el acceso a zonas verdes y ajustar normas de calidad del aire son medidas que el propio equipo señala como palancas reales.

La conclusión es incómoda pero útil. Si el aire “cumpliendo” puede seguir dejando huella, la conversación ya no va solo de superar límites, sino de bajar el ruido de fondo. Y en salud pública, ese ruido de fondo puede cambiar la vida de millones de niños sin que nadie lo note a simple vista.

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ECOticias.com El periódico verde

Equipo editorial de ECOticias.com (El Periódico Verde), integrado por periodistas especializados en información ambiental: naturaleza y biodiversidad, energías renovables, emisiones de CO₂, cambio climático, sostenibilidad, gestión de residuos y reciclaje, alimentación ecológica y hábitos de vida saludable.

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