A pesar de la creciente disponibilidad de datos climáticos a través de diversas bases de datos, obtener datos con alta resolución temporal y espacial para períodos pasados sigue siendo un desafío y una gran ayuda a la hora de predecir los posibles cambios ecológicos.
Este estudio presenta:
- Un conjunto de herramientas para aplicar técnicas avanzadas de downscaling a conjuntos de datos climáticos de resolución gruesa dentro del ampliamente utilizado marco de programación R.
- Datos downscaling para una región reconocida como un punto crítico de biodiversidad global. Específicamente, este conjunto de herramientas consta de dos paquetes R (dsclim y dsclimtools) que se utilizaron para downscaling siete variables climáticas para el Mediterráneo Occidental, proporcionando datos climáticos mensuales desde 22.000 años antes del presente hasta el año 2100 con una resolución espacial de 11 × 11 km.
Su objetivo es ofrecer acceso abierto a un conjunto de datos climáticos de vanguardia para investigadores interesados en esta región y fomentar la reutilización tanto del conjunto de datos como del conjunto de herramientas, facilitando la creación de productos climáticos similares de alta resolución para otras regiones.
Dada la importancia ecológica de esta región, también proporcionan ejemplos de aplicaciones científicas, como el análisis de patrones espacio-temporales y el modelado de nichos ecológicos, demostrando su valor científico.
Estudio de 22000 años de datos climáticos
Una colaboración entre las universidades de Córdoba y Granada ha conseguido afinar mejor la resolución espacial de datos climáticos mensuales desde hace 22.000 años hasta el año 2100, lo que permitirá estudios en áreas más concretas.
Uno de los principales retos que afrontan los investigadores a la hora de conocer el clima y la vegetación del pasado y poder crear predicciones es, según la Universidad de Córdoba, que los modelos climáticos trabajan a resoluciones muy grandes, es decir, presentan datos sobre áreas muy extensas -entre 150 y 250 kilómetros-, lo que hace difícil estudios y proyecciones para zonas concretas.
Esta investigación ha conseguido una resolución mucho más detallada de 11 x 11 kilómetros, lo que permite analizar mejor el comportamiento de ecosistemas más concretos. El investigador del grupo de Biología Vegetal Básica y Aplicada de la Universidad de Córdoba Diego Nieto ha señalado que «cuando se desarrollan modelos climáticos hay que comprobar que funcionan bien.
Como no sabemos cómo será el clima del futuro para comprobarlo, lo validamos con datos pasados que son reales, se proyecta el modelo hacia atrás para verificar que funciona». «Si esas proyecciones hacia atrás funcionan bien, quienes nos dedicamos al medio natural las usamos para conocer cómo ha cambiado la vegetación o la diversidad según el clima«, explica.
Gracias a este avance se podrán llevar a cabo estudios que permitan conocer cómo ha respondido la biodiversidad a los cambios en el clima y hacer predicciones de cómo cambiará ante los efectos del cambio climático actual. EFE / ECOticias.com