Estamos viviendo un cambio de paradigma en la forma en que nos movemos. El transporte está evolucionando hacia la movilidad eléctrica y electrolinera es una de esas palabras que se han colado en nuestro vocabulario. El coche eléctrico ya es parte de nuestras vidas, por eso no paran de instalarse puntos de recarga por todo el mundo, para satisfacer las necesidades de sus conductores.
El vehículo eléctrico, además de introducir vocablos como electrolinera, también nos está acostumbrando a oír expresiones que para algunos aún son una incógnita, como carga en modo 3 o en modo 4, conector CCS o CHAdeMO, potencia de carga, etc.
¿Qué es una electrolinera?
El término electrolinera se ha formado, simplemente, por combinación de las palabras “eléctrica” y “gasolinera”. Se trata de una instalación en la vía pública para recargar las baterías de los vehículos eléctricos. Hay que añadir un matiz: todas las electrolineras están formadas por puntos de recarga. Sin embargo, no todos los puntos de recarga son electrolineras. Por ejemplo, el punto de recarga doméstico que podemos instalar en nuestra plaza de garaje no entra en esta categoría.
Por tanto, la electrolinera ofrece un servicio equivalente al de una gasolinera: mientras que en la gasolinera se llena el depósito con combustible, en la electrolinera se recarga la batería con energía eléctrica. Para saber fácilmente cómo es una electrolinera con más detalle, podemos empezar imaginando una gasolinera moderna. Ahora, quitamos los surtidores de combustible con sus mangueras y los sustituimos por cargadores con sus propias mangueras, solo que por estas no fluye gasolina o gasoil, sino corriente eléctrica.
Lo que está oculto a la vista también cambia: en lugar de depósitos de combustible tenemos una acometida eléctrica. Como la electrolinera está pensada para ser el equivalente de una gasolinera, sus cargadores proporcionan una carga rápida o ultrarrápida. Es decir, busca recargar en el menor tiempo posible.
La carga rápida es aquella en la que la potencia máxima durante la recarga se encuentra por encima de 22 kW y llega hasta 43 kW (en el caso de carga en corriente alterna, CA) o hasta 50 kW (si el cargador proporciona corriente continua, CC). El otro tipo de carga en una electrolinera, la carga ultrarrápida, es en CC y de mayor potencia, habitualmente por encima de 100 kW.
¿Por qué tiene tanta importancia la potencia?
La potencia de carga es la velocidad a la cual se proporciona energía a la batería. Cuanto mayor sea la potencia, más rápido se cargará la batería del coche. Por ejemplo, si cargamos a velocidad rápida y asumiendo potencia constante de 25 kW, se tarda dos horas en cargar 50 kWh. Si pasamos a cargar a velocidad ultrarrápida, por ejemplo asumiendo una potencia constante de 150 kW, el tiempo de carga se reduce a 20 minutos.
Buscando satisfacer las demandas del creciente parque de coches eléctricos, el desarrollo de las electrolineras aborda dos cuestiones:
- Incrementar la potencia de los cargadores. Objetivo: ofrecer al usuario un tiempo de recarga que se acerque al de repostaje de un coche de combustión en gasolinera.
- Crear una red de recarga en carretera. Objetivo: que el uso del vehículo eléctrico para viajes de larga distancia sea una realidad. Para ello, las estaciones de recarga o electrolineras deben estar distribuidas por toda la geografía y con suficiente regularidad.
Estos niveles de cientos de kilovatios de potencia son abrumadores. Sin embargo, es importante fijarnos en que son valores pico o máximos. Es decir, el cargador puede entregar esta potencia, pero no lo hace durante todo el tiempo. Como consecuencia, los tiempos estimados antes (12 y 9 minutos, respectivamente) son tiempos mínimos de recarga. En cualquier caso, recargar entre 200 y 250 km de autonomía en menos de un cuarto de hora es impresionante.
Por otro lado, estas infraestructuras de recarga son capaces de proporcionar niveles de potencia superiores a lo que actualmente admite la gran mayoría de coches eléctricos del mercado. Eso sí, muchos de ellos pueden cargarse ya por encima de 50 kW. Algunos, incluso por encima de 100 kW, en el caso de las opciones de carga rápida. La razón de sobredimensionar los puntos de recarga en las electrolineras es adelantarse a lo que está por venir.
La realidad es que la recarga habitual de los coches eléctricos será en casa, a baja potencia y durante la noche. Las electrolineras tendrán su propio nicho: estarán ahí para los viajes por carretera, para permitir recorrer largas distancias y recargar el vehículo mientras se descansa en las paradas que los expertos sugieren que se hagan en cada viaje, que deberían ser cada 2 horas para evitar el cansancio físico y la fatiga mental.
David Elizondo Martínez, Ernesto Barrios y Pablo Sanchis.