Australia está redefiniendo la movilidad con un proyecto que convierte cada casa en una estación de servicio. El auge de los coches eléctricos se ha convertido en una realidad innegable. Ha propiciado importantes cambios en la infraestructura urbano. Tanto es así que cada vez se ven más estaciones de carga en calles y carreteras de todo el mundo. Todo con el único fin de impulsar la adopción masiva de los coches eléctricos. Pese a los esfuerzos públicos y privados, la red de carga internacional aún no es suficiente para implementar este tipo de movilidad de forma definitiva. Sin embargo, la propuesta de Australia podría contribuir al cambio más esperado.
Australia convertirá las casas en estaciones de servicio
Tras exponerse la estación de recarga para autobuses más increíble del mundo, Australia ha tomado el control del sector de la movilidad eléctrica con un hito único. Una ciudad de Australia ya prueba cargadores de coches eléctricos montados en pértigas para conservar las aceras libres.
El propósito de esta medida es facilitar la carga desde el domicilio sin suponer un obstáculo para aceras, sobre todo para las personas que no cuentan con estacionamiento fuera de la calle. Un proyecto liderado por el municipio de Merri-bek y VCSA que podría generar significativos cambios en el sector.
Hasta 20 residentes de los barrios del norte de Melbourne han probado una nueva manera de cargar coches eléctricos desde casa, incluso sin un estacionamiento propio. El método utilizado cuenta con brazos retráctiles montados sobre postes.
Permiten el paso del cable por encima del paso peatonal, sin invadirlo. Se trata de una solución práctica a un problema urbano creciente: cómo es posible facilitar la recarga doméstica en áreas densamente pobladas, sin que esto comprometa la accesibilidad.
El piloto fue aprobado por el Consejo Municipal de Merri-bek, un distrito pionero en movilidad eléctrica ubicado en el interior del estado de Victoria.
La iniciativa apareció después escuchar las quejas de vecinos conductores de coches eléctricos que no contaban con cochera. Rasgo habitual en barrios históricos y con urbanismo compacto.
El sistema fue desarrollado por la compañía Vehicle Charging Solutions Australia (VCSA). Impide que las aceras se rompan o tengan que instalarse cables subterráneos.
En qué consiste la propuesta de carga de coches de Australia
El poste con brazo retráctil de Australia se instaura en el jardín delantero de la vivienda. Desde su lugar despliega un cable de hasta 15 metros que cruza en altura hacia el vehículo estacionado en la calle. Un escenario que permite una recarga sin impedimentos para peatones, carritos o sillas de ruedas.
Se ensalza como una instalación rápida y menos invasiva, que tiene un valor de entre 2000 y 3000 dólares australianos (entre 1200 y 1800 euros al cambio). En el precio se contemplan el brazo, el cable, la instalación y una prueba en vivo.
Por otro lado, no abarca la conexión eléctrica externa, aunque VCSA también proporciona ese servicio por un valor agregado.
El piloto se encuentra abierto solo para viviendas sin estacionamiento privado. Un requisito obligatorio para acceder al programa es que solo pueden aspirar al sistema quienes sean propietarios de la vivienda.
Por ahora, existe una sola restricción. No se permite la instalación del sistema en casas bajo “Heritage Overlay” (protección patrimonial). La previsión es que estos domicilios también se incluyan en próximas etapas si la tecnología demuestra seguridad y compatibilidad con el entorno.
Perspectiva de futuro del sistema propuesto en Australia
El sistema que proponen en Australia podría implementarse en otras ciudades con problemas del mismo tipo. No obstante, cada instauración necesita de una aprobación previa por parte del gobierno local y del regulador de seguridad estética. Rasgo que ha limitado su expansión.
La compañía busca de forma activa nuevos municipios para expandirse. Tener varios interesados en esta tecnología aumentará las probabilidades de obtener los permisos necesarios. Australia redefine la movilidad. Está convirtiendo cada casa en una estación de servicio. Aunque ha comenzado en una sola ciudad, su propuesta podría ir mucho más allá. En paralelo, se asegura haber encontrado solución a uno de los mayores problemas de la recarga eléctrica.