China tiene una posición privilegiada en el sector automovilístico. No hay lugar en el mercado donde no se sepa que las piezas automovilísticas chinas ofrecen una óptima relación calidad-precio. Unos productos atractivos para la audiencia que se suman a una estrategia claramente delimitada por BYD, una de las compañías chinas que más ruido está haciendo en la carrera por la descarbonización del transporte. Sus coches eléctricos e híbridos ya están dando la vuelta al mundo. El gigante asiático parece haberse propuesto conquistar el planeta con sus coches de nueva energía.
China llega esta semana a Japón con su nueva “arma secreta”
Tras saberse lo que Japón fue capaz de hacer con un coche BYD, la marca se aventura a ingresar a su mercado su nueva “arma secreta” esta semana. Podría ser la misma unidad triunfante con la que termina de enamorar al público del resto de Asia, Europa y el mundo.
Ya ha revelado parte de su estrategia con algunos de los movimientos del último tiempo. Por ejemplo, la construcción de una fábrica en Hungría para focalizar la producción de su demanda europea en el Viejo Continente y así evitar los aranceles.
Pronto construirá otra en Turquía y otra, cuya ubicación todavía es un misterio, aunque se rumorea que podría establecerse en Alemania o España (según Reuters). Asimismo, en Asia, BYD ha instaurado una planta de fabricación de coches eléctricos en Rayong, Tailandia, que comenzó a operar en julio de 2024.
Se trató de la primera planta propiedad total de BYD fuera de China. Atesora una capacidad anual de 150 000 vehículos y les da trabajo a 10 000 trabajadores. Le sigue una planta en Brasil y luego la mencionada actividad en Europa. Una estrategia a la que se suma la colaboración con otros líderes de la industria.
Detalles sobre el “arma secreta” de China
La empresa de China ha derribado muchos muros a lo largo del mundo, pero hasta ahora se le ha resistido Japón. Cabe destacar que en Asia se experimenta un estilo de vida basado en el aprovechamiento de espacio. Hace varias generaciones que la movilidad está garantizada gracias a los vehículos denominados Kei-Car.
Se tratan de coches pequeños y funcionales destacados por su versatilidad, maniobrabilidad y acotado precio. Como BYD no ha acaparado el éxito que esperaba en Japón, se ha decantado por ingresar al mercado de la movilidad reducida con un “arma secreta” que ingresa esta semana al país.
Al estar condicionados por la falta de espacio, la mayoría de los habitantes de Japón escoge los Kei-Car. Durante el Salón de Movilidad de Tokio, que inicia hoy y se extenderá hasta el próximo 9 de noviembre, BYD presentará su primer Kei-Car, cuyo nombre sigue siendo un misterio.
Hace unos días se reveló una primera imagen que delataba unas rectilíneas líneas y una especie de cubo con ruedas. Debido al nuevo segmento en el que pretende ingresar, la marca BYD debe ceñirse a una homologación muy estricta.
Uno de los aspectos más importantes que debe cumplir su nuevo vehículo es que no puede superar los 3,4 metros de largo ni una anchura de 1,48 metros. Aunque parezca pequeño desde fuera, por dentro se trata de un coche espacioso.
Precio del nuevo modelo de BYD
Bajo su rectangular carrocería, “descansa” un sistema completamente eléctrico. Toma su impulso de una batería LFP de 20 kWh de capacidad que brindará, según el ciclo de homologación WLTC, una autonomía cercana a 180 kilómetros.
Su rendimiento no será muy elevado, aunque sí lo suficiente para moverse con libertad por la ciudad. El Sakura de Nissan es el coche eléctrico más vendido de ese país, con un precio de alrededor de 16 000 euros. La empresa de China quiere bajar la factura unos 3000 euros.
El arma secreta China para dominar toda Asia, Europa y el mundo llega de la mano de BYD. Eléctrico, demasiado barato y pequeño. Podría generar una revolución tan grande como la generada por el verdadero coche solar que batió todos los récords.
 
			 
			













