China se ha convertido en una gran fábrica de coches para el mundo. Sin embargo, esto podría convertirse en un problema. Durante años, ha trabajado por ganarse un lugar en el sector de la movilidad eléctrica. Y no solo lo ha conseguido, sino que ya es el mayor mercado de vehículos eléctricos. Además, por volumen, es el país en el que más coches se compran aun totalizando todas las tecnologías.
¿Qué está pasando con los coches en China?
Tras saberse que China liberó a su monstruo eléctrico, la atención se centra en el mercado de coches del país asiático. Hasta 2024, los fabricantes europeos habían liderado el mercado. Pero paso a paso los fabricantes chinos han sabido ganar terreno en su propia tierra. China lo ha conseguido con una estrategia rigurosa.
A los fabricantes europeos se les ha ofrecido suelo y mano de obra a precios económicos. Pero para disfrutarlos debían vincularse con los fabricantes locales. Esos fabricantes han tomado nota sobre la forma de trabajar de Occidente y, además, han obtenido subsidios de las autoridades.
Algunas de esas ayudas se han empleado en la creación de compañías estatales (o participación parcial en ellas) y otras en suelo e instalaciones casi gratis y créditos con condiciones óptimas. En paralelo, el Estado ha ido tomando una posición estratégica.
China ya tiene el dominio de la cadena de suministro de semiconductores, tierras raras y baterías. Todos estos factores han generado que producir en el país asiático para el mercado chino sea una opción atractiva para los productores locales.
Una situación que ha tenido como resultado un producto mejor a precios más competitivos que los extranjeros.
Bajo este marco, las firmas locales han comenzado a tener una mayor relevancia que las occidentales. Los subsidios a la compra se han enfocado en el mantenimiento de un rendimiento constante de ventas de coches eléctricos y nueva energía.
Fue en este punto en el que China logró interponerse. Compañías occidentales que antes se posicionaban como marcas de lujo hoy han quedado obsoletas ante un mercado que no conoce límites.
La mayor fortaleza de China también puede ser su mayor debilidad
Según datos de la Asociación China de Fabricantes de Automóviles, en 2024 existió una producción de 31 282 millones de vehículos. El problema que implica la producción de China es que ha comenzado a mostrar ciertas señales de agotamiento.
En agosto de este año, BYD confirmó que debía hacer una reconducción en su estrategia de ventas. La empresa estimaba la producción de 5,5 millones de vehículos, pero fijó una nueva meta cercana a los 5 millones.
Esta decisión por parte de BYD muestra la dificultad que estaría encontrando el mercado para ubicar todos los vehículos que se está generando. Un dato no menor en este contexto es que el 80% de las ventas de BYD se localizan en China.
Reuters informó que en la ciudad china de Chengdu es fácil hallar coches con descuentos del 50%. Los Audi, que se producen junto con FAW, se comercializan con hasta un 60% de descuento. Una guerra de precios que está acotando el margen de beneficios de compañías como BYD.
Esta es otra de las señales que muestra cómo el mercado chino se está ralentizando. Meses atrás, fueron los propios concesionarios los que solicitan a los fabricantes que cesaran el envío de coches porque se les dificultaban las ventas, pese a los atractivos descuentos.
La Cámara de Comercio de Concesionarios de Automóviles de China manifestó su preocupación por el contexto actual en un comunicado del que Reuters se hico eco.
Marcas de coches mejor posicionadas en China, pese a la guerra de precios
Frente a esta situación, las marcas de coches mejor posicionadas en China son las de mayores dimensiones. Es decir, BYD, Geely y Chery.
Aunque, según registra el portal Xataka, existen otras marcas “interesantes que pueden encontrar su nicho de mercado en Europa o, al menos, vender lo suficiente como para sobrevivir en el mercado local”. Son Xiaomi, SAIC, Leapmotor, Xpeng y NIO.
China se ha converitdo en la fábrica de coches más grande del mundo. Algo que le ha reportado grandes ventajas al país asiático, pero también se está convirtiendo en un problema. En paralelo, China se ha visto obligada a realizar un recall masivo de coches eléctricos.