Los coches eléctricos se ven como los grandes salvadores del sector de la movilidad. Según los objetivos de la Unión Europea, en menos de una década despediremos a los coches movidos por gasolina y diésel. Misma meta que persiguen otros puntos del mundo. Sin embargo, para alcanzar el objetivo cero emisiones, la humanidad necesita empezar a dejar de lado los combustibles fósiles por otras alternativas. Hace tiempo que se habla de la electricidad, pero ¿y si hubiera algo aún mejor?
Los coches del futuro podrían usar algo más que electricidad
Tras comunicarse el aumento de popularidad que está experimentando el coche eléctrico, ha salido a la luz un novedoso motor de hidrógeno. Lleva el sello de Cummins, un reconocido fabricante de motores. Un gran número de fabricantes confía en esta marca para la ejecución de sus propulsores.
Generalmente solicitan motores diésel, aunque también se han registrado piezas gas natural e hidrógeno. Siguiendo esta línea, hace poco se presentó un nuevo turbocompresor creado en exclusiva para motores de combustión interna de hidrógeno.
Aprovecha la tecnología existente y usa un combustible que no contamina. Doble uso. Cuando hablamos de los coches de hidrógeno, hay dos formas de trabajo posibles. La primera es el uso de pila de combustible y la segunda el empleo de motores de combustión interna de hidrógeno.
Estos últimos están basados en la misma tecnología de combustión interna que los diésel. Se les aplica ciertos cambios para que el combustible a quemar pueda ser el hidrógeno. Para alcanzar la máxima eficiencia, todavía son necesarios algunos ajustes.
Además, se requiere el agregado de un turbocompresor. Bajo este marco, Cummins ha decidido marcar la diferencia en un mercado emergente y con mucho que demostrar.
Cómo es el motor de hidrógeno de Cummins, el fin de los coches eléctricos convencionales
Cummins tiene en su poder un turbo de geometría variable llamado CC2 H2 ICE. Con él, regula el flujo de aire mediante el turbo, según la demanda de potencia de cada momento. El turbo compensa la menor densidad energética del hidrógeno, además de las mayores necesidades de flujo de aire que se podrían necesitar con los fósiles.
El funcionamiento que se realiza en su interior es el mismo que en los turbos tradicionales. En el caso puntual de los motores de hidrógeno resulta todavía más necesario. Desde el punto de vista de Cummins, una combustión pobre con mayor flujo de aire es crucial para acotar las emisiones de óxido de nitrógeno (NOx) en este tipo de motores.
También minimizar el lag (retraso) del turbo. Aunque los motores de hidrógeno contaminan menos, generan discretas emisiones nocivas como óxidos de nitrógeno. Tener un control más minucioso del turbocompresor (disminuyendo el lag) también puede contribuir a una baja en las emisiones.
Cummins cree en los coches de hidrógeno
Cummins lleva tiempo enfatizando la importancia de la combustión de hidrógeno. Hace dos años hizo la presentación de un prototipo de motor de combustión de hidrógeno para un camión Peterbilt. En la actualidad, ya ha comenzado a hacer pruebas con motores de hidrógeno con este nuevo turbo.
Por ahora, el foco del proyecto está puesto en camiones para Europa, aunque no descarta la posibilidad de llegar al mercado estadounidense. Los motores de combustión a hidrógeno podrían ser la solución definitiva para múltiples fabricantes. Incluso los que se dedican a máquinas de construcción y transporte público o pesado, como camiones o furgonetas grandes.
Los coches de gasolina están perdiendo peso a diario, mientras que los eléctricos ganan popularidad por momentos. Sin embargo, los vehículos de hidrógeno, cuyo único subproducto son moléculas de agua, podrían “ganar la partida” de la nueva movilidad. Aun así, el coche eléctrico sigue esforzándose por resaltar. Esta vez con un motor de 13 kilos que rompe récords de eficiencia.