España desafía al mundo con un motor poderoso, ligero y sin tierras raras. Un recurso sumamente valioso en el contexto actual debido a sus propiedades únicas. Cuenta con propiedades magnéticas, luminiscentes y electroquímicas vitales para la elaboración de productos de alta tecnología. Dichas propiedades permiten que los dispositivos electrónicos ofrezcan una mayor potencia, ligereza y eficiencia energética. Algunos ejemplos de uso abarcan la fabricación de pantallas LCD, imanes permanentes en motores eléctricos usados en vehículos híbridos y eléctricos y sistemas de almacenamiento (por ejemplo, baterías de hidruro de níquel y metal).
España tiene entre manos un motor sin tierras raras
Bajo este marco y tras saberse de los motores de hidrógeno por los que apuesta Alemania, España trabaja en un motor sin tierras raras y materiales estratégicos. Los ingenieros españoles Fernando Garramiola y Javier Poza están detrás de un revolucionario motor eléctrico más eficiente, sostenible y competitivo.
Lideran el desarrollo de un motor eléctrico innovador encuadrado en el proyecto europeo HEFT (High Efficiency Fully electric drivetrains Technology). Además, cuenta con el apoyo de la Universidad de Mondragón y otras entidades industriales del continente.
La meta es la fabricación de un propulsor más ligero, potente, reciclable y con una baja drástica del empleo de tierras raras. El prototipo del HEFT se decanta por el uso de imanes de cerio. Corresponde a un elemento más abundante y menos sensible a nivel geopolítico que el neodimio, cotidiano en los motores convencionales.
La fabricación de su carcasa se hace con resina y fibra de vidrio, permitiendo aligerar su peso total en un 60%. Además de tratare de diseño más sostenible, también sube el par continuo en un 55,5%, mejora la actuación térmica y acota los costes hasta un 20% en producción a gran escala.
La Comisión Europea ha otorgado una financiación el proyecto de más de 5 millones de euros en el contexto del programa Horizon Europe.
¿Cuándo llegará el motor sin tierras raras de España?
La previsión es que los cuatro prototipos funcionales estén en sus plenas facultades a finales de 2025. Siguiendo esta hoja de ruta, podrían incorporarse a coches eléctricos elaborados dentro de Europa.
Con este procedimiento, se busca colocar al Viejo Continente en la vanguardia del transporte. La concreción del proyecto permitiría romper con la dependencia tecnológica europea de potencias como Estados Unidos o China.
Corea trabaja en un proyecto parecido al de España
Mientras Europa lucha por ganar independencia, en Asia también están surgiendo proyectos parecidos. Un grupo de investigadores del Instituto Coreano de Ciencia y Tecnología (KIST) ha creado el primer motor eléctrico funcional sin cobre ni aluminio en sus bobinas.
Reemplaza estos recursos por nanotubos de carbono (CNT). Estos brindan una elevada conductividad y resistencia a la temperatura. Al mismo tiempo, bajan de forma notable el peso del conjunto. Los científicos del KIST han utilizado un sistema de cableado núcleo-vaina para el desarrollo el motor.
Accionar que ha permitido conservar una eficiencia comparable a las de los motores tradicionales. Por ahora es un prototipo de laboratorio.
Aun así, su fabricación se ha validado como prueba de concepto. Además, ha planteado nuevas posibilidades para la movilidad eléctrica de alta eficiencia, sobre todo en sectores en los que el peso es un factor crítico, como la aeronáutica.
Al igual que el proyecto de España, busca una mayor independencia, esta vez centrada en el cobre y los metales pesados. Ambas iniciativas buscan acotar el uso de materiales críticos en los motores.
La carrera del coche eléctrico está su punto álgido y llegan propuestas innovadoras de todo el mundo, con España ubicada en un lugar estratégico. Pronto veremos los “frutos” de su motor poderoso, ligero y sin tierras raras. Hasta que ese momento llegue, el sector mira de cerca el alcance de este motor de 13 kilos que rompe récords de eficiencia.