Japón está acaparando la atención del mundo entero. Su última apuesta ha revolucionado el sector. El mundo no deja de mirar sus barcos, que escupen vapor de agua. Hace miles de años que la historia general de los barcos comenzó. En aquellos tiempos en los que los seres humanos empezaron a explorar océanos y ríos. Buscaban nuevas tierras y recursos.
Los barcos solo eran simples balsas de madera hechas a mano. Al menos para las primeras civilizaciones. Se usaban para llevar personas y bienes a través del agua. Con el tiempo, los barcos fueron evolucionando. Las técnicas de construcción y los materiales experimentaron mejoras significativas.
En el siglo XI, los vikingos crearon barcos con cascos más estrechos y largos. Dichas creaciones permitieron una navegación más rápida. Además, conquistaron nuevos territorios. Ya en el siglo XV, los exploradores europeos comenzaron la construcción de barcos más grandes y resistentes. El fin único era explorar el mundo.
Por ejemplo, las famosas carabelas usadas por Cristóbal Colón en su viaje a las Américas. Durante la Edad Media, se desarrollaron barcos de guerra con el fin de proteger las costas y conquistar territorios. En el siglo XIX, tuvo lugar un punto álgido: la Revolución Industrial. Trajo consigo avances en la construcción naval.
Un ejemplo fue la incorporación de la máquina de vapor. Permitió que los barcos navegaran más rápido y por más tiempo sin tener que reparar en el rendimiento del viento. Así es como la historia de los barcos ha ido escribiéndose hasta llegar al momento actual. En la actualidad, el mundo observa a Japón y lo que hace en el mar.
Japón tiene barcos que escupen vapor de agua
Tras filtrarse información sobre el barco del siglo XXII de Reino Unido, la atención marítima se ha centrado en Japón. El país nipón ha lanzado su primer remolcador con motor de combustión interna alimentado por hidrógeno.
La firma TSUNEISHI SHIPBUILDING ha sentado un precedente. Ha hecho historia en la descarbonización del transporte marítimo. Se ha alcanzado un verdadero hito. Todo por el lanzamiento del primer remolcador japonés propulsado por un motor de combustión interna (ICE) dual alimentado con hidrógeno.
La embarcación se botó el pasado 28 de marzo. Lo hizo en las instalaciones de la empresa en Fukuyama. Forma parte de la iniciativa “Zero Emission Ships”, de The Nippon Foundation. Fue diseñado con una clara perspectiva de futuro.
Integra tecnología de vanguardia. Para disminuir significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero. Se encuentra equipado con dos motores de 12 cilindros duales (hidrógeno/ combustible marino) de clase 4400 caballos de fuerza.
Alberga la capacidad suficiente para bajar las emisiones hasta un 60%. Esto comparado con los remolcadores tradicionales.
Detalles del barco de vapor de agua de Japón
El sistema de almacenamiento abarca 250 kg de hidrógeno gaseoso a alta presión. Permite conservar el rendimiento operativo sin que la seguridad o maniobrabilidad se vean comprometidas. El buque podría operar de forma exclusiva con combustibles marinos convencionales. En el caso de que se diera algún problema con el sistema.
Asegura así el mismo nivel de seguridad que podría proporcionar un remolcador convencional. La eslora total (LOA) reporta 38 metros; la manga 9,6 metros y el calado 4,2 metros. Su tonelaje bruto es inferior a 300 toneladas.
Un barco estratégico para un objetivo estratégico
Este barco es solo un ápice del ambicioso proyecto “Zero Emission Ships”. Una iniciativa encabezada por The Nippon Foundation. Busca fomentar el desarrollo y la demostración de buques de emisiones cero. Esto con la idea de alcanzar la neutralidad de carbono en el transporte marítimo costero japonés. Con la mira puesta en el año 2050.
La iniciativa impulsa el hidrógeno del hidrógeno como combustible limpio. No genera emisiones de dióxido de carbono durante su combustión, solo agua. Razón por la que podríamos decir que Japón apuesta por “barcos que escupen agua”. Mientras esto sucede en este país de Asia Oriental, aseguran que los barcos del “futuro” volverán a ser impulsados por el viento.