Para entender los barcos del «futuro», tenemos que volver al pasado. Los barcos conforman el medio de transporte más antiguo de la historia de la humanidad. Desde el uso de troncos de árboles para moverse por el agua, hasta su evolución en tamaño, calaje, tecnología y rapidez, hemos sido testigos de cada uno de los pasos que ha dado este vehículo.
La estimación es que el ser humano comenzó a emplear este tipo de embarcaciones primitivas hace unos 10 000 años. Estas se encontraban compuestas por troncos de árboles tallados que eran desplazados en el agua a través de palos u otras herramientas parecidas. Con la aparición de las primeras civilizaciones desarrolladas, las embarcaciones comenzaron a verse mucho más sofisticadas.
Creados con una mayor ingeniería y recursos, ya permitían el transporte de personas, víveres, animales y mercancías por distancias más largas. A lo largo del tiempo, los barcos han sido utilizados como medios de transporte, pero también con fines de comercio y guerra. Esto incita a pensar que su irrupción en la sociedad ha sido crucial para el destino de la humanidad.
Los barcos del «futuro» hacen un viaje al pasado: volveremos a ver barcos impulsados por el viento
En la actualidad, los barcos vuelven a estar en el centro de la escena gracias a la instalación exitosa de una naviera inglesa. Ha instalado el prototipo AirWing para pruebas de propulsión eólica en un buque, con un claro objetivo: reducir un 8.3% su consumo de combustible. Su implementación ha bajado el consumo de combustible e incentivado la sostenibilidad marítima.
Carisbrooke Shipping ha logrado un gran hito en su camino hacia una navegación más sostenible con la instalación exitosa del prototipo AirWing, un sistema de propulsión eólica diseñado para bajar el consumo de combustible y las emisiones de carbono en la industria naviera.
Durante los últimos tres años, Carisbrooke Shipping ha operado en conjunto con GT Wings en el interior de un consorcio para crear, instalar y certificar este sistema revolucionario. A principios de 2024, la iniciativa obtuvo una financiación de 3,7 millones de libras esterlinas de Innovate UK, afianzando un cronograma ambicioso de 12 meses para su culminación, programada para el próximo 1 de abril de 2025.
Finalmente, la instalación del prototipo AirWing ha sido completada con antelación, cubriendo todos los objetivos propuestos. Aunque las pruebas en mar siguen, la instalación cerró en las últimas semanas, y recientemente se hicieron análisis de clasificación y certificación en la costa de Hull, Reino Unido.
En paralelo, el sector asegura que ha llegado el Tesla de los barcos: están construyendo algo que cambiará la navegación para siempre.
Los barcos vuelven a vislumbrar el viento como su mayor aliado: este proyecto lo demuestra
El desarrollo de este proyecto se topó con diferentes retos técnicos y logísticos, como el cumplimiento de las normativas de la Organización Marítima Internacional (OMI) y las regulaciones locales, sumado a la complejidad de trabajar en un espacio acotado dentro de una embarcación que transporta mercancías peligrosas.
Además, la reducida experiencia de algunos de los socios del sector marítimo derivó en que la fase final de la instalación fuera especialmente compleja. En el punto más crítico, 27 trabajadores especializados integraron el área de ensamblaje o instalación del AirWing en el astillero.
El viento regresa al centro de la escena: estos barcos vuelven a confiar en su potencial
En números, los logros del proyecto serían los siguientes: sustitución de 9,6 toneladas de acero bajo cubierta (modificaciones estructurales); se agregaron 8,7 toneladas de acero a la cubierta (instalación del pedestal); instalación de más de 7,5 km de cableado eléctrico (operaciones eléctricas) y retiro y reinstalación de todos los equipos, suministros y repuestos (pruebas de estabilidad).
El AirWing ya se encuentra 100% operativo a bordo del MV Vectis Progress, algo que supone un importante logro para el equipo del proyecto. De acuerdo a las proyecciones de dinámica fluidos computacional (CFD), este sistema podría producir una reducción del 8,3% en el consumo de combustible, tomando como punto de referencia el reparto estándar de vientos de la OMI.
Sin embargo, el pronóstico es que el ahorro sea todavía más amplio en la ruta estipulada entre Canadá y Europa, por las condiciones de viento predominantes en este camino. El AirWing fue confeccionado para trabajar a velocidades de viento de hasta 83 km/h y ofrecer resistencia a rachas de hasta 185 km/h.
Durante las próximas semanas, las pruebas en el mar seguirán, focalizándose en la automatización y optimización del rendimiento. Los primeros informes sugieren que aún con vientos suaves se ha alcanzado un aumento en la velocidad del buque.
De esta manera, recurriendo a la propulsión eólica, los barcos del «futuro» volverán a ser impulsados por el viento. Pero este no es el único proyecto que resuena fuerte en el sector marítimo: también lo hace el primer barco que utiliza átomos de agua.