El motor más extremo de la historia ya ha hecho su aparición y no tiene nada que ver con hidrógeno ni electricidad, dos opciones sumamente populares en el actual contexto de descarbonización. La búsqueda constante de nuevas formas de energía más compasivas con el medioambiente y combustibles que no dañan el entorno alcanza al sector marítimo global, responsable del 3% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero.
Dicho sector ya ha comenzado a instaurar soluciones tecnológicas que prometen disminuir su impacto ambiental sin necesidad de reemplazar el combustible fósil. Entre las opciones emergentes, destacan sistemas de inteligencia artificial, sensores oceánicos y dispositivos de captura de carbono a borde, informa Bloomberg. Más del 80% del comercio global recurre al transporte por mar, transformando este sector en un punto clave del entramado económico internacional.
El desafío de descarbonizar la industria marítima es monumental. La adopción generalizada de combustibles bajos en carbono se postula como un procedimiento largo que podría extenderse durante años o décadas. Mientras llega el ansiado día en el que los buques no contaminen, las compañías tecnológicas y navieras exploran diferentes caminos para acotar las emisiones a través de mecanismos innovadores que optimizan rutas y aprovechan los recursos existentes de manera óptima.
El motor más extremo irrumpe en el sector marítimo
Tras la implantación de este cambio inesperado en las aguas, ha aparecido en el sector marítimo un motor de buque de carga alimentado por metanol considerado el más grande de su categoría construido hasta el día de hoy. Es un monstruo de 1953 toneladas que ofrece 64 500 kW.
Lleva el sello de WinGD y cuenta con un calibre de 92 cm y 10 cilindros. Con estas características, ha superado satisfactoriamente las pruebas de aprobación de fábrica y de tipo. El plan es instalarlo en portacontenedores de 16 000 TEU, afianzándose como el motor de metanol más imponente del planeta.
La plataforma X-DF-M de WinGD se postula como una de las tecnologías más innovadoras del momento, con 56 motores en pedido. Sus dimensiones de calibre oscilan entre 52 y 92 centímetros y configuraciones parecidas a las de los motores diésel convencionales de la línea X-Engines.
Lugar de motor de metanol en el sector marítimo
La inclusión del metanol dentro de la gama de combustible extiende el catálogo de opciones para las empresas de transporte marítimo, que hasta el momento han tenido a su disposición la tecnología X-DF basada en GNL y con la nueva plataforma X-DF-A, que recurre al amoniaco.
Al igual que sucede con el GNL, el metanol puede originarse con bajas emisiones de carbono, usando biomasa o energía renovable con captura de carbono. Este tipo de combustibles suponen una opción viable para disminuir la huella de carbono en el transporte marítimo. Motores como el de WinGD juegan un papel fundamental en la sostenibilidad.
Futuro del motor de metanol más grande del mundo
La entrega del primer motor X-DF-M tuvo lugar en la fábrica de la marca constructora de motores en Shanghái. Estuvieron presentes en la ocasión figuras representativas de WinGD, CMD y la Corporación Estatal de Construcción Naval de China, además de autoridades gubernamentales y clientes internacionales.
Sumado a esto, 8 sociedades de clasificación acudieron a la firma de certificación de aprobación del tipo X-DF-M, garantizando que el motor se fabricará siguiendo el diseño de WinGD por cualquier constructor habilitado.
La aparición del motor más extremo de la historia refuerzo el compromiso de WinGD con llevar innovación en energías renovables y eficiencia energética. Además, supone un antes y un después en un sector que todavía palpita el impacto del primer diseño viable de buque de investigación con motor de hidrógeno.