El primer barco que utiliza átomos de agua como combustible ya es una realidad, aunque hasta hace relativamente poco ni siquiera era posible en el imaginario colectivo. Las energías renovables se han convertido en la gran esperanza del mundo para mitigar el avance del cambio climático. No obstante, todavía existen sectores, como el del transporte marítimo, que dependen en gran medida de los combustibles fósiles.
Este sector representa aproximadamente el 3% de las emisiones globales de gases de efecto invernado y descarbonizarlo no es una tarea sencilla. Por este motivo, hay otras formas de transporte que están mucho más avanzadas. Con la creciente presión global y los objetivos impuestos para 2050, las navieras se encuentran en plena búsqueda de soluciones para alcanzar la deseada neutralidad de carbono.
A partir de 2023, la Organización Marítima Internacional (OMI) anunció un plan para bajar las emisiones marítimas en un 50% para el año mencionado, pero el desafío es monumental. La flota mundial todavía depende mucho de los fósiles y la implantación de nuevas tecnologías más limpias avanza lentamente.
Aparece el primer barco que usa átomos de agua y Sol para moverse
En este contexto, la compañía surcoreana K-WaterCraft ha dicho presente en la feria CES 2025 celebrada en Las Vegas. Exhibió un invento capaz de aprovechar las placas solares y agua para producir hidrógeno de forma eficiente y autónoma. Se trata de una spin-off de la Universidad Nacional de Pusan.
El centro académico lleva trabajando desde 2019 en el diseño y desarrollo de tecnologías de hidrógeno, como el WB-M1, un tipo de barco que puede cambiar nuestra noción del transporte marítimo para siempre. Es una discreta lancha tripulada que puede producir 40 litros de hidrógeno por minuto, haciendo un posible una navegación mucho más limpia de lo que estamos acostumbrados a ver.
Su último avance fue presentado en el evento bajo el nombre WB-UM2, un dron marítimo desarrollado para crear energía según la demanda con el mismo mecanismo: una botella de 500 ml de agua es suficiente para obtener una autonomía de 60 minutos. Una pieza que sorprende tanto como este barco, ideado para funcionar con un combustible del siglo XV.
El barco del futuro ya está aquí: solo necesita agua y Sol para funcionar
Para rozar su meta, los ingenieros de la compañía tuvieron que optimizar su procedimiento para producir hidrógeno, usando la luz sol como única fuente de energía para realizar la electrólisis. Así crearon un electrolizador, que se encarga de separar las moléculas de hidrógeno y oxígeno de las que está compuesta el agua alcalina para aprovechar el combustible resultante.
El próximo paso es que el hidrógeno pase por el sistema de celdas de combustible con membrana de intercambio protónico (PEM, por sus siglas en inglés). De esta manera, pasa a ser energía eléctrica sin pérdidas, abasteciendo el motor eléctrico. Si se consigue energía sobrante, esta queda almacenada en una batería ESS (siglas de Energy Storage System).
Nadie lo imaginó, pero está pasando: ponen a funcionar un barco gracias al Sol
El propósito no es otro que hacer largos trayectos, incrementando la autonomía y disminuyendo la necesidad de parar en puerto para repostar. Sumado a esto, se quiere descartar por completo la emisión de gases de efecto invernadero.
El WB-UM2 ostenta un peso total de 50 kg y cuenta con motor eléctrico con una potencia de salida de 1,5 kW y 2 CV de potencia. Respecto a la capacidad máxima de la celda de combustible, solo conserva 300 W, cantidad suficiente para generar 4 litros de hidrógeno por minuto.
Durante el CES, responsables de la firma advirtieron que su pretensión era que los barcos pudieran utilizar en el futuro agua de mar para la electrólisis, un paso que sería decisivo para el transporte marítimo. Sin embargo, para que este objetivo se concrete todavía deben superarse varios obstáculos, como la formación de productos secundarios no deseados durante el proceso a causa de la importante concentración de sales disueltas.
Así ha nacido el primer barco que utiliza átomos de agua como combustible y Sol para producirlo, con la previsión de seguir apuntalando su tecnología. Mientras esta idea termina de asentarse, hay quien busca sal para mover barcos.