Siempre hay mucha controversia sobre cual combustible es mejor, unos prefieren gasolina, otros el diésel y algunos buscan opciones más sostenibles como el hidrógeno, pero ahora han creado un motor que se alimenta con un combustible muy diferente, pero ¿de qué se trata?
En búsqueda de combustibles más amigables con el medio ambiente
Aunque queramos negarlo, la mayoría de nuestros coches son contaminantes, ya que utilizan combustibles fósiles, por lo que es de suma urgencia transicionar a combustibles más limpios y es aquí donde hay mucha controversia.
Por eso, la industria automotriz ha buscado nuevas alternativas y hay 2 que se han vuelto muy populares. Por un lado los coches eléctricos que prometen ser la revolución y por otro lado el hidrógeno, una opción prometedora pero con varios desafíos.
Así parecía que todas las cartas ya estaban sobre la mesa y que el combustible del futuro se definiría entre estas dos opciones, pero para sorpresa de muchos, ha llegado un nuevo competidor, un combustible revolucionario que pone en duda todo lo que pensábamos.
Un motor con un nuevo combustible
Sucede que el Instituto Coreano de Maquinaria y Materiales (KIMM), en una colaboración pionera con especialistas de Hyundai y Kia, ha presentado el primer motor del mundo capaz de inyectar amoníaco líquido directamente en la cámara de combustión a alta presión.
El amoníaco es una molécula que contiene nitrógeno e hidrógeno, pero ¿por qué es importante esto? Básicamente porque a diferencia de la gasolina o el diésel, el amoníaco no contiene carbono, lo que significa que su combustión no producirá CO₂, el principal gas de efecto invernadero.
Además, el amoníaco es líquido a temperatura ambiente, lo que facilita su almacenamiento y transporte en comparación con el hidrógeno, que requiere presiones muy altas o temperaturas extremadamente bajas, aunque algunas empresas están cambiando esta situación.
La clave de la innovación
Ahora bien, el uso del amoníaco como combustible no es del todo nuevo, lo innovador de KIMM en su técnica de inyección de amoníaco líquido directamente en la cámara de combustión a alta presión, pero ¿Qué ventaja tiene esto?
Esta técnica resuelve los problemas típicos asociados al uso de amoníaco gaseoso a baja presión, como la potencia inestable y las emisiones de subproductos no deseados, pues gracias a un suministro constante y abundante de combustible el motor logra un buen rendimiento
¿El amoniaco realmente es sostenible?
Aunque la combustión de amoníaco no genera CO₂, es importante destacar que no es un motor de cero emisiones, ya que combustión sí produce óxidos de nitrógeno (NOx) y puede haber fugas de amoníaco por el tubo escape.
Para solucionar este problema, los especialistas de KIMM crearon un sistema especial de purificación de gases de escape que reduce las emisiones de NOx y amoníaco no quemado, sin embargo aún hay mucho por hacer.
Controlar los NOx es un desafío técnico complejo, dado que se aporta nitrógeno tanto desde el aire como desde el propio combustible, sin embargo, se utilizan técnicas similares a las empleadas en los motores diésel para su tratamiento.
Sumado a esto, el amoníaco es tóxico y corrosivo, por lo que se requiere un manejo muy cuidadoso y por otro lado la producción de amoníaco gasta mucha energía por lo que lo ideal sería recurrir a otras opciones como el uso de energía renovable, de este modo será un combustible más sostenible.
Básicamente el amoniaco ha llegado como una alternativa al hidrógeno y a la electricidad, sin embargo aún hay muchos desafíos que resolver para que se convierta en el combustible del futuro, pues lo más importante es minimizar sus impactos para que sea más sostenible, pero mientras eso sucede otras marcas corren una carrera por la movilidad eléctrica.