El motor eléctrico es el gran protagonista de la transformación que está teniendo lugar en la industria del automóvil. Lo hemos visto brillar en superdeportivos híbridos, SUVs irresistibles y propuestas verdaderamente revolucionarias. La innovación, el diseño y la funcionalidad son los principios en los que se basan las piezas automovilísticas del momento. Un presente con proyección que sienta el fundamento del “mañana”. Con la ansiedad por el futuro que caracteriza el momento actual, se ha alcanzado un récord que triplica lo registrado por los motores convencionales. El futuro está llamando a la puerta, pero ¿estamos preparados para recibirlo?
El récord no oficial alcanzado por un motor eléctrico
Tras exponerse la existencia del motor sin tierras raras, la atención del sector del transporte se ha centrado sobre un motor axial de Yasa. Ha reportado un récord mundial no oficial con motor axial de 59 kW/kg. Con él, ha conseguido triplicar la potencia de los motores tradicionales.
Lo que hasta hace unos meses nos parecía algo imposible hoy es una realidad palpable. Yasa, empresa especialista en motores eléctricos, ha rebasado su propio récord no oficial de densidad de potencia. Ha vislumbrado un nuevo pico con su último prototipo de motor axial flux.
Con apenas 12,7 kg de peso y una potencia máxima momentánea de 750 kW, la densidad asciende a 59 kW/kg. O sea, un 40% más que el récord anterior de la misma empresa y 3 veces por encima de los mejores motores radiales comerciales. Este paso de gigante traspasa lo que podríamos esperar de una prueba de laboratorio.
Hablamos de una máquina capaz de desplegar su encanto en contextos reales. Ya ha sido probada sobre dinamómetros avanzados. No existen renders ni promesas vacíos, sí datos, pruebas y hardware. El motor axial tiene vigencia desde el siglo XIX.
Sin embargo, Yasa ha reinterpretado el concepto basándose en ingeniería de precisión y materiales modernos. No ha dado vueltas sobre el diseño radial tradicional. En su lugar, se ha centrado en el foco del problema. El cómo crear más potencia en menor espacio y con un nivel menor de masa.
Un motor eléctrico que hace las cosas diferente
Su accionar ha generado que firmas como Ferrari, Koenigsegg y más recientemente Mercedes-Benz, incorporen sus motores en vehículos de producción y prototipos con visión. El año pasado, la arquitectura AMG.EA 800V de Mercedes integró motores axial flux en configuraciones bi- y tri-motor.
Los resultados fueron tan satisfactorios que ya se ve venir un futuro eléctrico con una potencia y eficiencia más extensas.
Aunque la verdadera revolución de su motor eléctrico radica en la densidad energética. Además, juega un papel fundamental su capacidad para conservar potencias continuas cercanas a los 400 kW, algo inusual en motores tan ligeros.
El equilibrio entre potencia pico y continua lo transforma en una alternativa ideal no solo en el caso de los superdeportivos, sino también de cara a futuros vehículos eléctricos de prestaciones elevadas.
Yasa ha conseguido materializar una combinación exquisita de factores: geometría axial (que acota el volumen ocupado), materiales magnéticos de última generación, diseño térmico optimizado (que disipa el calor de manera más eficiente) y una fabricación escalable (diseñada para una producción industrial realista).
Este escenario da lugar a un motor más discreto, ligero y potente, cuyo coste energético es más acotado por kilómetro recorrido.
Potencial del motor eléctrico de Yasa
Con este último récord no oficial, Yasa evidencia que es posible hacer más con menos, lo que implica el uso de baterías más pequeñas, una autonomía extendida, un uso más acotado de recursos críticos y la existencia de plataformas más modulares y flexibles.
Algunas de las implicaciones reales contemplan la electrificación de vehículos comerciales ligeros y pesados, un menor consumo de recursos y la descarbonización del transporte aéreo ligero (por ejemplo, drones de carga, aerotaxis y aeronaves eléctricas de corto alcance).
Lo que falta por determinar es si Yasa y sus socios industriales podrán escalar esta tecnología sin perder en el camino rendimiento o sostenibilidad. Si logran sus objetivos, estaríamos ante un motor eléctrico esperanzador para el mundo. Mientras las respuestas llegan, Alemania ha dejado claro que quiere motores de combustión, pero con un “condimento” especial.














