La NASA y GM tienen en su historia un logro imposible. Para entender en su plenitud lo que significa el hito conjunto, tenemos que reparar en la importancia que tuvo la Guerra Fría para Estados Unidos. Supuso un conflicto entre Estados Unidos y la Unión Soviética que dio inicio tras la Segunda Guerra Mundial.
Cuando la disputa global culminó, Estados Unidos y la Unión Soviética se trataban de los dos únicos países que aún eran superpotencias globales. Cada uno de ellos, atesoraba un enfoque muy diferente de lo que iba a ser el futuro y ninguno pretendía “dejarse ganar” en influencia por el otro.
Una guerra directa no era viable, ya que ambos territorios disponían de armas nucleares. Por este motivo, el conflicto obtuvo la denominación “Guerra Fría”, puesto que no se dio un combate directo entre sus protagonistas. Estados Unidos quería impedir a como diera lugar la expansión de la corriente ideológica imperante en el territorio contrario.
Los políticos empezaron la búsqueda de simpatizantes comunistas en el gobierno norteamericano y después en las industrias, como la cinematográfica. El periodo comprendido entre 1945 y 1991, al que se conoce como Guerra Fría, fue una época oscura y de miedo.
La Guerra Fría fue un periodo de tensión y rivalidad entre Estados Unidos y la Unión Soviética que se sintió a nivel político, económico y militar. Las disensiones ideológicas, la competencia por el liderazgo mundial y la desconfianza mutua llevaron a conflictos indirectos y competencia en diferentes puntos del mundo. Sin embargo, en medio de este caos, surgió un vehículo que aún hoy parece sacado del futuro.
Electrovan, el vehículo del futuro que apareció en plena Guerra Fría
Si este curioso vehículo futurista consiguió llamar la atención, no puedes perderte de lo que fueron capaces de hacer la NASA y GM. Hace casi seis décadas, General Motors mostró ante el mundo su Electrovan, el primer vehículo movido con pila de combustible.
Obtuvo su inspiración de la tecnología empleada en el programa espacial Apolo, donde las pilas de combustible eran vitales para producir energía, agua y oxígeno a bordo. GM tomó esa innovación para implementarla en la exploración de esta pieza.
El proyecto estuvo liderado por Craig Marks y contó con la colaboración de Union Carbide. Fue en el año 1966 cuando el equipo de GM comenzó a equipar una GMC Handi-Van con sistemas de hidrógeno y oxígeno. Los más grandes que se habían incorporado hasta ese momento en una pieza automovilística.
Un equipo de más de 200 ingenieros formó parte del despliegue del proyecto, iniciando con una capacitación intensiva. De este trabajo, emergió un vehículo con una autonomía estimada de 240 kilómetros y una aceleración de 0 a 100 km/h en 30 segundos. Registraba un peso de 3200 kg. La mitad le correspondía a su sistema de propulsión.
Características del vehículo de hidrógeno creado por GM
Solo tenía capacidad para llevar a dos personas a causa del espacio que ocupaban los tanques y resto de componentes. Por razones de seguridad, el Electrovan nunca llegó a utilizarse en la vía pública. Durante una prueba, un tanque de hidrógeno explotó, desprendiendo escombros a 400 metros.
Nunca llegó a plantearse la posibilidad de que se convirtiera en un modelo de producción. No obstante, el Electrovan probó que el uso de un vehículo con celdas de combustible era técnicamente posible.
El gran logro de la NASA en plena Guerra Fría
Mientras tanto, la NASA hacía lo propio. También confiaba en pilas de combustible para ofrecer abastecimiento a sus misiones Apolo.
Tanto GM Como la NASA fueron visionarios en aquella época, robando prácticamente esta idea del futuro, ya que ahora es cuando se está puliendo esta tecnología para que los coches de pila de hidrógeno se vean como una posibilidad palpable. Una visión alineada con la de este vehículo que ya funciona con hidrógeno.