Se ha hablado mucho en el último tiempo sobre la proliferación de los coches autónomos, aunque todavía hay quienes consideran que es más ciencia ficción que una realidad. Sin embargo, los vehículos sin conductor existen y una ciudad ya los está probando.
Un coche autónomo es un automóvil capaz de desplazarse sin necesidad de que un ser humano intervenga en la actividad. Es decir, se maneja solo.
Consigue realizar la misma acción que el ser humano con el uso de sensores, cámaras y detectores de movimiento para frenar, adelantar, estacionar y respetar las señales de tráfico. Los automóviles autónomos son considerados por muchos usuarios como los coches del futuro y, de hecho, algunos ya pueden disfrutarse en el presente.
Los vehículos sin conductor están funcionando en esta ciudad
La plataforma Waymo ya ofrece taxis sin conductor en Phoenix, San Francisco y Los Ángeles. De hecho, tiene una lista de espera de usuarios que desean registrarse en la aplicación.
El sistema de la compañía permite que el usuario indique dónde desea ir e informa de la ruta que se hará y el precio final. Tiene entre 100 y 300 automóviles en circulación, dependiendo de la hora del día en que se haga el pedido. Llegan en tres minutos.
No hay nadie en el puesto de conducción, pero no por eso se trata de un viaje frío. Una voz da la bienvenida a los pasajeros. Delante de los asientos de los pasajeros en el centro, se encuentra una pantalla táctil con un gran botón que dice “Iniciar el viaje”.
Esa misma pantalla permite que el individuo elija la música con la que desea viajar, controlar la climatización y ver el mapa con la ruta que se está realizado, entre otras cosas.
Los vehículos sin conductor no tienen nada que envidiar a los convencionales
Una vez que el usuario toca el botón “Start”, el automóvil inicia su camino. El volante hace giros solo, mientras que el automóvil conserva una velocidad moderada y segura para los pasajeros, respetando todas las señales. Los sensores incorporados en el modelo detectan todos los objetos dispuestos alrededor.
Cuando el viajero/a llega a su destino, la voz del coche avisa de que es momento de irse y da las últimas indicaciones sobre cómo debe desbloquearse la puerta para abrirla y salir. Una vez que el coche se detiene en el destino, el visitante solo debe bajar y marcharse. El pago se realiza directamente a través de la aplicación y cobra automáticamente el precio fijado de antemano.
Los vehículos sin conductor despiertan amor y odio
Los coches sin conductor todavía están sujetos a una fuerte polémica. Si bien hay varias personas que los ven como la movilidad del futuro, otras consideran que son un peligro en las calles. Hace unos meses, había dos compañías de taxis autónomos en San Francisco: Waymo (perteneciente a Google) y Cruise (propiedad de General Motors).
No obstante, el estado de California retiró la licencia a Cruise por varios incidentes reportados, como atascos o caos circulatorio. En un caso, la plataforma Cruise fue acusada de impedir que una ambulancia llegara hasta una persona que terminó falleciendo.
Hubo otra situación, que fue la que provocó la suspensión, en la que uno de los taxis Cruise arrastró por tierra a una mujer atropellada por un coche convencional que se dio a la fuga. En lo que concierne a Waymo, todo parece funcionar con mayor fluidez. Sin embargo, sí que se registró una colisión con un camión de bomberos en una oportunidad.
En definitiva, los vehículos sin conductor sí existen. Todavía debe evaluarse en profundidad si es una implementación que debe seguir adelante o no. Mientras tanto, compañías fuertes como Audi están apostando por el coche autónomo.