El Volvo EX90 es un SUV 100% eléctrico que destaca por sus 5,04 m de largo y sus 7 plazas. De hecho, los expertos opinan que tiene un tamaño más americano que europeo, pero que gracias a sus líneas bastante fluidas no alcanza a ser un vehículo de tamaño XXL.
Volvo EX90 es el tercer modelo de coches eléctricos puros que saca la marca sueca. El primero de ellos fue el XC40, al que siguió su ‘gemelo’ el C40. La gran ventaja de este nuevo modelo es, aparentemente, que su concepción desde cero apuntó a que fuera un vehículo ecológico sin emisiones, en vez de una adaptación de modelos y carrocerías anteriores.
Existen dos variantes de este gran SUV. La principal está equipada con una batería de iones de litio de 104 kWh. La otra tiene tracción a las cuatro ruedas, una batería de 111 kWh y su recarga puede alcanzar los 250 kW.
La versión ‘tope de gama’ del Volvo EX90 se denomina Performance y tiene 517 CV y 910 Nm, mientras que la versión media, entrega 408 CV y 770 Nm de potencias y pares elevados. Esta versión pesa 2.811 kg, pero su fabricante asegura que este Volvo EX90 solo necesita 4,9 segundos para acelerar de 0 a 100 km/h. El Twin homologa hasta 585 km de autonomía. Y el Twin Performance ofrece 580 km entre cargas.
Con un ambiente interno luminoso, los tapizados de los asientos tienen un aspecto similar al cuero, pero sin origen animal, ya que están elaborados con aceite de pino y corcho reciclado, una madera muy ligera que además cuenta con la certificación FSC. El estilo del salpicadero del Volvo EX90 resulta muy refinado con una ausencia casi total de botones. Aunque no por ello, está exento de muchísima tecnología a disposición del usuario.
Volvo EX90: rápido, placentero y trepidante
Gracias a la ‘magia’ del par instantáneo de los dos motores eléctricos de imanes permanentes, el Volvo EX90 no resulta pesado a la hora de conducirse. Lo mismo ocurre con la frenada del Volvo EX90, por efecto de los grandes discos, que le permiten tener una distancia de parada de solo 35 m a 100 km/h.
Quienes lo han conducido aseguran que, con poco ángulo al volante, este SUV de gran tamaño toma curvas sin mostrar casi inercia. Y aunque no viene de serie, es posible optar por una suspensión neumática de dos cámaras, que, combinadas con la amortiguación controlada, hacen del paseo en un Volvo EX90 sea un verdadero placer. Además, esta sofisticada suspensión pasa al modo Sport, donde la rigidez aumentada en un 25%, minimiza aún más los movimientos de la carrocería en las curvas.
El peso no es óbice para que el Volvo EX90 resulte no solo ágil sino también eficiente. Ciertamente, dicen que esto ocurre a costa de un poco más de firmeza, pero sin que resulte incómodo aún en carreteras nacionales y autopistas, que no resultan tan perfectas como las pistas de pruebas.
Volvo ha optado por prescindir de diferencial para su motor eléctrico trasero, sustituyéndolo por dos embragues pilotados, uno para cada lado. Así, en las curvas, solo se cierra el embrague de la rueda exterior, y el ordenador envía más par y velocidad a esta última que al eje delantero.
Esta velocidad adicional en la rueda trasera exterior hace girar al Volvo EX90 hacia el interior de la curva, favoreciendo así su eficiencia y reduciendo la sensación de tener una masa muy elevada. Esta tecnología también permite, al cerrar los dos embragues, actuar como bloqueo del diferencial trasero, lo que mejora la tracción cuando la superficie está muy resbaladiza (nieve, barro, etc.).