Su trabajo, que se publica en ‘BMC Ecology’, destaca también la importancia de nuevas estrategias más enfocadas a la conservación.
Las reservas forestales protegidas de Budongo y Bugoma suponen aproximadamente un cuarto de la población de chimpancés total estimada en Uganda. La zona sin protección entre estas dos reservas es un bosque dominado por paisajes humanos de pueblos, tierras agrícolas y pastizales naturales.
Se cree que al menos 450 km2 de bosque se han perdido entre las reservas de Budongo y Bugoma entre 2000 y 2010. Como un potencial pasillo de chimpancés que migran entre las dos áreas protegidas, estos paisajes fragmentados podrían ser vitales para la conservación, pero pocos estudios han examinado la población de chimpancés de esta área del corredor.
Contar poblaciones de chimpancés también presenta una serie de desafíos. La supervisión directa es un proceso largo, ya que contabilizar los nidos puede ser inexacto y el uso de cámaras y el monitoreo acústico está todavía en una fase muy inicial.
15 MESES DE CENSO
Los investigadores pasaron 15 meses realizando ‘censos genéticos’ para proporcionar un método preciso para contar los chimpancés en la región del corredor entre las dos áreas protegidas. Esto implicó la recogida de 865 muestras fecales de chimpancés a través de 633 km2 y analizarlos genéticamente hasta identificar la presencia de 182 chimpancés diferentes.
Luego, calcularon que el tamaño total de la población de la zona sería de entre 256 o 319 chimpancés. Esto sugiere la presencia de al menos nueve comunidades que contienen un mínimo de entre ocho a 33 individuos cada uno, unas cifras que son más de tres veces superiores a una estimación anterior de alrededor de 70 chimpancés en base a encuestas de conteo de nidos a pequeña escala.
El autor principal, Maureen McCarthy, de la Universidad del Sur de California, en Estados Unidos, resalta: «Nuestros resultados demuestran una población mucho mayor que lo estimado previamente en esta región. Esto es muy sorprendente, dada la fragmentación de los bosques en esta región y la alta densidad de población humana. Por lo tanto, los chimpancés parecen sorprendentemente resistentes y pueden sobrevivir incluso en hábitats degradados si no son cazados. Sin embargo, su supervivencia futura sigue siendo incierta si no se les protege y la pérdida de hábitat no disminuye».
Los autores dicen que es muy poco probable que estas estimaciones más elevadas sean la evidencia del crecimiento de la población desde la época del censo anterior. A su juicio, estas estimaciones sustancialmente más altas probablemente reflejan la mejora de la precisión del enfoque de censo genética respecto a las estimaciones anteriores.
Los niveles sorprendentes de supervivencia de chimpancés en un hábitat dominada por humanos y fragmentado también suelen verse ayudados por su flexibilidad conductual. Esto incluye la incorporación de nuevos alimentos en sus dietas (con frecuencia cultivos humanos) y la adopción de conductas más agresivas para mitigar las amenazas humanas.
«Nuestro estudio demuestra que los hábitats, incluso sin protección y degradados, pueden tener alto valor de conservación. Aunque se suele dar prioridad a los parques nacionales y otras áreas protegidas en la planificación de la conservación, las áreas sin protegidas también deben considerarse de vital importancia para la conservación si son de gran valor como corredores de la vida silvestre que albergan especies amenazadas y mantienen el flujo de genes entre las poblaciones más grandes de dichas especies», añade Maureen McCarthy.
Los autores predicen que un proyecto de mejora del corredor en esta región podría tener un impacto positivo en el 30 por ciento de la población total de chimpancés en Uganda (incluidas las poblaciones de chimpancés, tanto de los bosques Budongo y Bugoma como de la región existente entre ellos).
ep