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martes, marzo 21, 2023

El modelo de gestión del lobo de Asturias provoca intencionadamente el aumento de daños a la ganadería de montaña

La matanza indiscriminada está llevando ​a la población de lobos a una situación crítica de desestabilización,  cuya respuesta es un aumento de ataques de lobo a la ganadería, en especial, en las áreas de montaña limítrofes con otras Comunidades Autónomas.

Los datos estadísticos reflejan claramente el continuado aumento de daños de lobo en Asturias, un 12,79% de aumento entre los años 2011 y 2015, pese a la matanza de lobos que el Gobierno Regional lleva a cabo en Asturias durante estos años.

La matanza indiscriminada está llevando ​a la población de lobos a una situación crítica de desestabilización, cuya respuesta es un aumento de ataques de lobo a la ganadería, en especial, en las áreas de montaña limítrofes con otras Comunidades Autónomas.

Es una respuesta natural del lobo al perder la capacidad de de capturar presas naturales al bajar el número de individuos de los grupos familiares de lobos que son matados indiscriminadamente por los guardas del Principado que actúan bajo las órdenes de la Consejería de Medio Rural.

Al acoso a los grupos familiares de lobos, causando una desfragmentación y una disminución del número de individuos por grupo familiar, se añade una política de la Administración Regional de eliminación sistemática de carroñas en la naturaleza que históricamente han sido utilizadas como alimentación por los lobos y otras especies.

La responsabilidad de la Consejería de Desarrollo Rural es total en el aumento de daños de lobo a la ganadería, una situación que conocen los técnicos responsables puesto que en su calidad de biólogos, saben la respuesta de los lobos al ser matados o al ser eliminada una fuente de alimentación natural como son las carroñas procedentes de la ganadería doméstica.

Sin embargo, la tensión para que el lobo cause más daños a la ganadería doméstica llega a su máxima expresión en las áreas de alta montaña, donde la Consejería aplica desde hace años una estricta política de disminución de especies como el ciervo o el jabalí, animales salvajes que son claves también en la dieta alimenticia de lo lobos.

Ante esta sería de actuaciones concadenadas en las áreas de montaña como modelo de gestión de los recursos naturales en Asturias, sería un milagro que el lobo no causase daños a la ganadería puesto que en algunas zonas, su alimentación esta siendo forzada hacia la exclusiva captura de animales domésticos.

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