Pero la tortuga tenía un serio problema: se le había enredado un saco de plástico en el cuello y en una de sus aletas, imposibilitando al animal nadar y respirar bien. Además de cargar con un peso que, a la larga, le iba a hacer desfallecer y morir sin remedio
Sergio Rodríguez es un aficionado al piragüismo al que le encanta salir a palear por las azules aguas del Atlántico que rodean la isla de Gran Canaria. En muchas ocasiones sale con su cámara Go-Pro para grabar su jornada deportiva sabedor de la mucha fauna que hay por la zona. En una de sus salidas se encontró con una tortuga, algo bastante habitual en aguas canarias.
Pero la tortuga tenía un serio problema: se le había enredado un saco de plástico en el cuello y en una de sus aletas, imposibilitando al animal nadar y respirar bien. Además de cargar con un peso que, a la larga, le iba a hacer desfallecer y morir sin remedio. Sergio, al verla, se acercó a la tortuga, la cogió con sus manos y comenzó a cortar con su cuchillo la bolsa que tenía enredada.
Al liberarla se puede ver cómo la tortuga tiene otro movimiento en el agua. Al principio, cuando le rodeaba el cuello el plástico, su nadar era torpe y cansado. Nada más devolverla al agua, la tortuga volvió a ser la misma. Este pequeño gesto de Sergio Rodríguez salvó la vida al animal. En la descripción del vídeo el protagonista explica los motivos por los que publicó este vídeo en Youtube: “Este video lo hemos publicado con la intención de hacer ver lo importante que es no tirar basura al mar, las repercusiones que tiene en el medioambiente. Además de compartir con todos la emocionante experiencia que vivimos al rescatar a este animal y contribuir a que sobreviviera”.
ep