Los tiburones desempeñan un papel fundamental en los ecosistemas marinos ya que son considerados especies clave o de alta jerarquía en la cadena alimentaria.
Su importancia radica en varias funciones ecológicas esenciales: mantenimiento del equilibrio de las poblaciones; control de especies enfermas o débiles; influencia en el comportamiento de otras especies, así como indicador de la salud del ecosistema
Por tanto, la protección de los tiburones es vital para mantener la salud y la estabilidad de los ecosistemas marinos, que a su vez son cruciales para la economía, la pesca y el bienestar humano a nivel global.
Los tiburones: su valor para los ecosistemas más allá de su imagen temida
El 14 de julio se celebra el Día Internacional de Concienciación sobre los Tiburones, una fecha que diversos ecologistas aprovechan para poner de relieve la gran diversidad de tiburones que habitan en el entorno de la península ibérica y Canarias: desde grandes y conocidas especies pelágicas como el tiburón blanco, hasta las desconocidas especies de fondo, como el carocho o el negrito, cuyas formas, colores y capacidades van a sorprender y fascinar.
Para ello, han presentado un póster descargable, ilustrado con 25 especies presentes en el entorno ibérico y canario, que anticipa una próxima guía detallada sobre la biología y ecología de las especies, así como una descripción de las pesquerías en las que son capturadas, las principales amenazas y el estado de sus poblaciones en la actualidad.
El trabajo busca contribuir a la alfabetización ambiental y fomentar una mirada crítica hacia la actual gestión de los ecosistemas marinos, en un contexto de declive global de las poblaciones de condrictios (tiburones, rayas y quimeras). Dicho grupo taxonómico es el segundo más amenazado del mundo: una de cada tres especies se encuentra en peligro de extinción.
Si bien las causas de esta situación son diversas, la pesca industrial se erige como la amenaza principal para estas especies. Cada año se capturan alrededor de 80 millones de escualos al año y, según la FAO, la flota española es la segunda que más tiburones pescó a nivel mundial durante la última década.
Alberto García Horcajuelo, uno de los autores de este trabajo, afirma: “Además de la captura dirigida que sufren algunas especies como la tintorera o el marrajo, numerosas especies son capturadas incidentalmente en pesquerías de las que no son objetivo, como es el caso de muchos tiburones de hábitos demersales en redes de arrastre de fondo. Estos tiburones suelen ser descartados y rara vez son declarados en las estadísticas pesqueras, por lo que es muy complicado conocer su estado poblacional y establecer medidas de gestión adecuadas”.
Estos ecologistas inciden en que los tiburones, dado su papel de depredadores apicales, son fundamentales para el equilibrio de los ecosistemas marinos y, por tanto, urge la adopción de medidas para protegerlos.
“Es necesario que dejemos de creernos el mito del feroz devorador de personas y comencemos a verlos como lo que son: criaturas maravillosas para las que el ser humano no entra dentro de su dieta. En cambio, estos animales son reguladores de ecosistemas y están terriblemente amenazados por causas antrópicas, pese a llevar habitando en el planeta más de 450 millones de años, antes incluso de la aparición de los dinosaurios o de los primeros árboles”, concluye Alberto García. ECOticias.com