Ahora, con la llegada de la primavera, es tiempo de volver, buscar una pareja y un lugar adecuado donde criar en alguno de los cortados del Refugio de Rapaces de Montejo de la Vega.
«Montejo» fue marcado con un emisor GPS el pasado 2 de agosto en Montejo de la Vega (Segovia), pueblo que le dio nombre. Desde entonces, hemos seguido sus pasos por África y ahora seguimos muy cerca su increíble viaje de regreso a España. Con la bajada de temperaturas propias del otoño, «Montejo» inició su viaje migratorio hasta el sur de Mauritania, donde ha pasado el otoño y el invierno.
Ahora, con la llegada de la primavera, es tiempo de volver, buscar una pareja y un lugar adecuado donde criar en alguno de los cortados del Refugio de Rapaces de Montejo de la Vega. Desde WWF, gestionamos este refugio, que se encuentra dentro del Parque Natural Hoces del Río Riaza, desde hace 44 años. «Montejo» comenzó el viaje migratorio de regreso a España el pasado 12 de marzo y, en tan sólo 6 días, ha recorrido más de 1500 kilómetros por el desierto, atravesando Mauritania desde el sur hasta el norte y una parte de Marruecos.
Gracias a la tecnología GPS podemos saber dónde está en cada momento, registrar todos sus movimientos, sus zonas de campeo y alimentación y sus dormideros. Por ejemplo, sabemos que realiza entre 200 y 400 km cada día, que prefiere viajar entre las 10 de la mañana y las 17.30 de la tarde, y que luego elige alguna zona rocosa o con algún árbol disperso para descansar. Como curiosidad, la segunda noche de su largo viaje paró a descansar junto a la Estructura de Richat -una espectacular estructura geológica ubicada en el desierto del Sáhara en Mauritania también conocida como el Ojo del Sáhara, que durante mucho tiempo se pensó que podría proceder del impacto de un meteorito-.
Aunque ya ha realizado la mitad del viaje con éxito, todavía tendrá que superar parte del desierto, la gran cordillera del Atlas, y los fuertes vientos del Estrecho de Gibraltar. Además de las barreras naturales, este viaje está lleno de peligros derivados de las actividades humanas, como los tendidos eléctricos, los aerogeneradores o el veneno. En este sentido, el seguimiento con GPS es muy útil para detectar incidencias y casos de envenenamiento en tiempo real, como ha ocurrido en el pasado con otros alimoches marcados por WWF.
Actualmente, «Montejo» es uno de los seis centinelas del veneno que actúan de vigías de cebos envenenados en diferentes provincias de nuestro país. Desde WWF, en colaboración con GREFA, llevamos a cabo su seguimiento, estaremos muy atentos a lo largo de su viaje y esperamos que logre regresar a casa sin incidencias. Puedes seguir este increíble viaje a través de nuestras redes sociales.
Para más información: wwf