- El Ayuntamiento de Almuñécar sigue sin dar explicaciones.
En septiembre de 2015, tras el cierre del zoo de Peña Escrita, el Ayuntamiento de Almuñécar contactó con FAADA (Fundación para el Asesoramiento y Acción en Defensa de los Animales) pidiendo ayuda en la reubicación de los animales de éste. Un zoo ilegal, tanto por la ausencia de permisos, como por el estado de sus animales y por la mala gestión que se hizo desde el principio.
Un mes después de recibir la petición del Ayuntamiento, FAADA ya tenía los centros suficientes para acoger a más del 80% de los animales del parque. Pero la falta de respuesta por parte del Ayuntamiento y sus técnicos, retrasó considerablemente el traslado de los animales.
Gracias a la incorporación de un nuevo veterinario, se pudo reanudar la comunicación y con ello empezaron las reubicaciones. El 14 de enero de 2017 FAADA anunció que había tenido lugar el primero de los traslados de animales gestionado por su equipo a AAP en Holanda y Natuurhulp Centrum en Bélgica. Más tarde, a finales de mayo 2017, la entidad gestionó el traslado de los caballos Przewalski, de los suricatas y de los puercoespines. Finalmente, en julio de 2018, se realizó el último traslado de animales coordinado por la Fundación, siete ejemplares de poni pottoka que fueron reubicados en el Parque del Garraf de la Fundación Miranda.
Algunos de los gastos de estos traslados fueron asumidos por los centros receptores, y FAADA asumió los dedicados a la gestión y coordinación de los traslados desde septiembre de 2015. Tras estas últimas actuaciones, inesperadamente, el Ayuntamiento de Almuñécar, responsable del zoológico, interrumpió toda comunicación con la fundación, dejando de atender a las llamadas y correos con los que se pretendía organizar los sucesivos traslados.
Ante la imposibilidad de rescatar a los más de 70 animales que todavía quedaban en el centro, FAADA se vio en la obligación de denunciar lo ocurrido ante las autoridades, pidiendo que fuesen ellas las que obligasen al Ayuntamiento a reanudar las gestiones para los traslados.
Es decir que ante la falta de comunicación por parte del Ayuntamiento y la imposibilidad de actuar y reubicar los animales que quedaban, el convenio de colaboración que se había establecido entre dicha administración y la fundación quedó rescindido, de tal manera que FAADA quedó apartada del caso y sin poder asegurarse del destino de los animales que allí permanecieron. En ese entonces, la Fundación estaba lidiando para que los seis osos del centro fueran reubicados a un Santuario de Hungría con el que había colaborado en varias ocasiones.
La entidad de protección animal también denunció públicamente que debido a la desidia de la administración, muchos animales habían fallecido, como por ejemplo los bisontes, el hipopótamo, algunos zorros y lobos. Y que además, a algunos de los animales ya trasladados les seguía faltando documentación diversa que el zoológico todavía no había tramitado. Ahora, cinco años después del cierre del zoológico de Almuñécar, FAADA ha recibido aviso de que todavía quedan animales en el centro y en malas condiciones.
Como mínimo en el zoo todavía queda un oso, dos arruís, ñandús, una cabra pirenaica, un Orix Cimitarra, una familia de cabras y un tigre. Tanto el centro como los animales se encuentran en un estado de abandono deplorable. Además, preocupa especialmente el gran número de huesos y cadáveres de animales no identificados que a día de hoy se pueden encontrar tirados por las inmediaciones del parque. A pesar de haber intentado contactar con el Ayuntamiento para conocer las razones de esta horrible situación, de momento la entidad todavía no ha recibido ninguna respuesta.
En cuanto al oso que se ha quedado solo en el centro, desde el santuario de Hungría se informó que en el momento del traslado del grupo de osos, no se permitió la reubicación de este ejemplar argumentando que era demasiado viejo como para sobrevivir a un traslado. Por lo que ahora permanece solo en la instalación, en unas condiciones lamentables. Mientras que la tigresa, que también lleva años pendiente de ser trasladada y cuyo destino propuesto por FAADA hace años fue AAP Primadomus o Natuurhulp Centrum, todavía no ha sido trasladada a ningún lugar.
FAADA vuelve a denunciar públicamente la desidia del Ayuntamiento de Almuñécar, que una vez más ha demostrado que el bienestar de los animales no es su prioridad. La entidad pide responsabilidades y explicaciones sobre el porqué de esta situación, información sobre el cuidado y recursos que actualmente se destinan al mantenimiento y atención de estos animales, y exige que se trasladen los que quedan en el centro a un destino donde puedan vivir en las mejores condiciones posibles y ser atendidos como se merecen.