El proyecto se inició el mes de septiembre de 2009 y, a pesar de las condiciones meteorológicas difíciles de este invierno, se ha trabajado de forma ininterrumpida para alcanzar los compromisos establecidos en dicho convenio. Los trabajos finalizaron el pasado 31 de mayo.
En total se ha actuado en 106.56 hectáreas, donde se ha extraído madera comercial de árboles rotos, se han troceado los árboles que no se han podido retirar y se han arreglado los caminos necesarios para el desembosque.
Durante la presentación de los resultados, el diputado de Espacios Naturales de la Diputación de Barcelona, Josep Mayoral, destacó que «esta experiencia es un claro ejemplo del fomento del asociacionismo forestal. Gracias al trabajo conjunto, se puede mejorar la gestión forestal desde el punto de vista de eficacia y facilitar la movilización de la madera, que de otra forma habría quedado en el bosque ».
Las actuaciones han tenido un coste total de 265.000 euros, que han ido a cuenta de la Diputación de Barcelona (160.000 euros) y del Centro de la Propiedad Forestal de la Generalitat (105.000 euros). Hay que añadir que la venta de las 5.791 toneladas de madera extraída ha supuesto unos ingresos brutos de 136.720 euros, que servirán para financiar una segunda fase del Plan que se llevará a cabo en fincas de 38 propietarios que se han incorporado a la Asociación con posterioridad al convenio.
El diputado de Espacios Naturales de la Diputación de Barcelona, Josep Mayoral, y la presidenta del Consejo Comarcal del Baix Llobregat, Rosa Boladeras, han sido los encargados de presentar, este 9 de junta, los resultados de los trabajos de restaurar las zonas dañadas por temporal de viento de enero de 2009 y retirar la madera tumbada y rota.