Un impacto de meteorito en el cráter Boltysh, en Ucrania, que ha sido datado recientemente en escasos 2.000 a 5.000 años antes del gran impacto de Chicxulub, en la península de Yucatán, parece confirmar la teoría de que dichos impactos fueron el motivo de la extinción de los dinosaurios. La investigación, llevada a cabo por investigadores británicos y ucranianos y publicada esta semana en la revista Geology, sugiere que fue una “lluvia de meteoritos” lo que acabó con la especie hace 65 millones de años, y no un único impacto, como se creía hasta ahora.
El cráter, descubierto en 2002, tiene un diámetro de 24 kilómetros y se cree que las cenizas que levantó se expandieron alrededor de unos 25.000 kilómetros cuadrados. Un choque lo suficientemente potente como para debilitar a los dinosaurios, aunque no aún para extinguirlos.
Los investigadores hallaron dos capas de helechos fosilizados a partir de los cuales realizaron la datación. La primera correspondería teóricamente a la colonización de estas plantas tras el impacto que provocó el mismo cráter de Boltysh, mientras que la segunda correspondería a la del Chicxulub.
Ahora, se cree que se podrían encontrar pruebas de otros impactos similares que refuercen esta teoría. Al parecer, podría tratarse de cometas y asteroides cuyas órbitas les permiten acercarse peligrosamente a la Tierra, y cuya amenaza, por supuesto, sigue siendo importante hoy en día.

















