La venta de productos procedentes de focas es un mercado. Un mercado jugoso de 4 millones de euros sólo en Europa y que representa sólo el 5% del mercado mundial. ¿Lo más importado? Especialmente pieles y aceites Omega-3.
Por este motivo, la Unión Europea ha escuchado a los ciudadanos y ha prohibido la comercialización, importación, tránsito o exportación de productos derivados de foca desde noviembre de 2009. Sin embargo, el pasado viernes, día en el que la prohibición entraba en vigor, el tribunal de la UE ha establecido excepciones: la medida no se aplica a 16 organizaciones de cazadores que han presentado un recurso ante la justicia europea. La principal compañía es una organización inuit de Canadá, Inuit Tapiriit Kanatami (ITK). Nada sorprendente: Canadá, primer exportador de productos fabricados a partir de estos animales, es el principal afectado.
La caza tradicional continuará
La prohibición impedirá el comercio de todo tipo de productos procedente de focas. No obstante, el embargo europeo contiene una cláusula autorizando la venta “con fines no lucrativos” de productos procedentes de la caza tradicional practicada por las comunidades inuits.