De hecho, como se puede apreciar en la tabla siguiente, Asturias, en segundo lugar, y Galicia, en primero, ocupan de forma muy destacada el ranking de CCAA donde más incendios forestales se producen de toda España en relación a la superficie forestal de cada una de ellas a pesar del pequeño tamaño de Asturias con el resto de comunidades.
A 1 de septiembre de 2010 el número provisional de incendios registrado en Asturias era de 1.439, quemando 5.102 hectáreas. Con lo que parece que (a falta de 4 meses para acabar el año) en cuanto a la cifra de incendios apenas se reducen los guarismos de los últimos 15 años en los cuales se vienen registrando unos 2.000 incendios/año; en cambio todo indica que se puede reducir el número de hectáreas calcinadas (hasta ahora la media venía siendo de 10.000 hectáreas/año). En cuanto a las zonas quemadas se siguen apreciando diferencias a nivel local, en general suelen encontrarse áreas conflictivas en la zona central (Oviedo y comarcas limítrofes), la zona suroccidental (Cangas del Narcea y sus alrededores) y la zona costera (principalmente Llanes y Cangas de Onis). La mayor parte de los siniestros se producen en los meses de enero a marzo, para que en primavera se produzca las épocas de aprovechamiento ganadero, que son los responsables del 78,9% de los incendios, todos ellos intencionados con el objetivo de generar pastos para el ganado según las investigaciones llevadas a cabo por las Brigadas de Investigación de Incendios Forestales del Principado de Asturias (BRIPAS).
A continuación detallamos las luces y las sombras en las políticas de lucha contra incendios llevadas a cabo por la Administración Pública asturiana.
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LUCES |
SOMBRAS |
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– INVESTIGACIÓN. La creación en el año 2007, con carácter permanente y dedicación exclusiva el año entero, de 4 Brigadas de Investigación de Incendios Forestales ha sido un paso fundamental en la investigación y estudio de la causalidad de los incendios. Cada Brigada está compuesta por tres miembros. Las brigadas se distribuyen de la siguiente manera: Dos de ellas en el centro, una en el suroccidente y la otra en el oriente de la región. Sin lugar a dudas podemos decir que Asturias posiblemente tenga el servicio de investigación de incendios más potente de todo el estado español.
– EXTINCIÓN. Se cuenta con un dispositivo de extinción numeroso y muy cualificado, con 364 bomberos profesionales, dotados de buenos medios técnicos (helicópteros, motobombas, helipistas, vehículos especializados, etc.). A la vez que también existen convenios de colaboración con 30 empresas y cooperativas forestales a las que se contrata por una cantidad fija de dinero al año independientemente de que haya muchos o pocos incendios, lo que evita la tentación de caer en “el negocio del fuego”, dando por el contrario un nivel de eficacia en la extinción y rapidez de llegada a los incendios muy alto.
– PREVENCIÓN. También se ha visto un cambio significativo con la llegada del nuevo Director General de Política Forestal, parece que por fin se quieren empezar a impulsar algunas importantes medidas de prevención. Por ejemplo, desde el 2009 no se autorizan nuevas plantaciones de un árbol tan pirófito como el eucalipto; además en las nuevas plantaciones de pinos se exige un 15% de especies autóctonas que actuarían como cortafuegos húmedos frente al fuego; también se han acotado al pastoreo 20 montes quemados. Como colofón final está previsto la aprobación de un Decreto de Medidas de Prevención de Incendios Forestales para finales del presente año 2010 en donde, entre otras disposiciones, se prohibiría con carácter general el pastoreo en todas las zonas quemadas. |
PREVENCIÓN. Es el auténtico talón de Aquiles. En ella se concentran todas las sombras.
Excesiva proliferación de plantaciones de pinos y eucaliptos. La continuidad de las masas forestales compuestas por especies altamente igniscibles como los pinos y eucaliptos es un serio problema. Casi una cuarta parte de la superficie forestal asturiana está ocupada por eucaliptos, la mayoría de estos montes se encuentran bastante abandonados, con escasa productividad y llenos de matorral y materia altamente combustible. Además en el Plan Forestal está previsto aumentar un 200% la superficie de pinos.
Falta de alternativas a los ganaderos. Los programas de desbroces, creación de pastizales y alternativas a los ganaderos para que dejen de usar el fuego como elemento de creación de pastizales es insuficiente. Tampoco existe ningún programa de reuniones con los vecinos y pueblos que más queman con el objetivo de explicarles los perjuicios de esta práctica y el ofrecimiento de alternativas mejores para intentar erradicar la arraigada cultura del fuego que existe en las zonas rurales.
Los beneficios del monte no van directamente a los vecinos. Los beneficios del monte (venta de madera en montes públicos, etc.) no están revirtiendo directamente en los vecinos de los pueblos donde se ubican los montes sino que van a los ayuntamientos que después los invierten muchas veces en cuestiones y territorios ajenos, lo que hace que los lugareños no se sientan realmente implicados en el cuidado del monte.
Escasa vigilancia. Los mecanismos de vigilancia funcionan de manera muy deficiente. Por ejemplo este año no se ha activado ni un solo día el dispositivo de guardias de incendios que coloca a los 244 Guardas del Medio Natural con los que cuenta Asturias en vigilancia permanente las 24 horas. El número de incendiarios denunciados por la Guardería es escasísimo pese al elevado número de incendios que se registran todos los años, y ello es consecuencia de que no se establecen por parte de la Administración protocolos de vigilancia serios y rigurosos porque lamentablemente se da prioridad a otro tipo de trabajos como permisos de corta, subvenciones, cacerías, etc. |


















