La destrucción de los hábitats, el exceso de caza y el cambio climático ya han elevado la tasa de extinción de plantas y animales a su nivel más alto desde que los dinosaurios fueron exterminados hace 65 millones de años.
Más de un quinto de todos los mamíferos y cerca de un tercio de todos los anfibios están amenazados y en riesgo de extinción, dice el índice de la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.
El nuevo estudio, realizado por científicos de la Universidad Nacional de Singapur y la Universidad Oxford Brookes del Reino Unido, dice que la principal convención de Naciones Unidas respecto al comercio de especies en peligro necesita una reforma urgente y un mayor respaldo de sus estados miembros.
Esto es clave para evitar que más especies sean eliminadas por el comercio, pero también para evitar la propagación de enfermedades infecciosas y especies invasivas en nuevas zonas donde pueden amenazar cosechas y estilos de vida.
Los temas claves son la falta de aplicación y la carencia de datos sobre especies que son capturadas y comercializadas, lo que permite a los gobiernos tomar malas decisiones sobre conservación o a funcionarios corruptos el ignorar el comercio ilícito.
«La recolección de datos en todos los niveles depende de la identificación apropiada de las especies, que sigue siendo uno de los grandes desafíos», dijeron los científicos, entre quienes figuran Jacob Phelps y Edward Webb del Departamento de Ciencias Biológicas de la Universidad Nacional de Singapur, en el último número de la revista Science.
«Los estudios de comercio de vida silvestre son sorprendentemente pocos e infrecuentes», dijo Phelps a Reuters en un correo electrónico. «Para muchas especies -no sólo tigres y rinocerontes, sino árboles, primates y aves vendidos como mascotas y plantas medicinales- el comercio de vida salvaje sigue siendo la principal amenaza», agregó.
Los autores pidieron una modernización de la Convención sobre Comercio Internacional de Especies en Peligro de Flora y Fauna Silvestre (CITES, por su sigla en inglés), que ya tiene 35 años y regula el comercio de cerca de 34.000 especies.
Los autores dijeron que la secretaría que controla el CITES depende de que los estados miembros entreguen datos y apliquen el tratado. Sin embargo, muchos de los signatarios del CITES no supervisan ni reportan sistemáticamente el comercio de vida silvestre internacional, dijeron los autores.
ECOticias.com – ep