Según ha explicado el responsable de la investigación, Crisanto Gutiérrez, para realizar este descubrimiento, se han utilizado células en cultivo y se han identificado las regiones del ADN asociadas a las proteínas de iniciación de la replicación. Además, ha señalado que «se ha comprobado que la localización de los orígenes de duplicación se asocia al código epigenético, es decir, a determinadas modificaciones químicas del ADN y las histonas (proteínas asociadas al genoma)».
El investigador ha explicado que «muchos procesos funcionales como el crecimiento o la reproducción de un organismo dependen de la replicación de su ADN». «Cuando la replicación del genoma de una célula no concluye de forma correcta se desarrolla un nuevo ADN con alteraciones en el material genético que en el caso de los humanos pueden producir afecciones como el cáncer. Por ello es tan importante conocer con la máxima precisión cómo funciona este proceso», ha añadido.
Gutiérrez ha puntualizado que, para que todo el contenido genético de una célula pueda duplicarse mientras tiene lugar el proceso de división celular, es necesario que la replicación se inicie de forma coordinada en diferentes zonas del genoma.
Este hallazgo supone el primer mapa completo de un organismo vegetal, puesto que «hasta el momento sólo se conocía el de la mosca Drosophila melanogaster», según ha aclarado Gutiérrez. Así, ha señalado que ambas especies son modelos experimentales en plantas y animales, respectivamente, debido al reducido tamaño de sus genomas, que es de unas 120 megabases.
De igual modo, el ADN de la drosophila contiene unos 1.500 lugares de inicio de la replicación genética. En el caso de los humanos, cuyo ADN es más de 20 veces más extenso que el de estas dos especies, hasta el momento, la localización de estas zonas ha alcanzado el 1 por ciento de su genoma.
Para el investigador del CSIC, este descubrimiento «es sólo el principio» de un gran avance pues, a su juicio, «una vez localizados los orígenes de replicación será necesario averiguar cuál es la relevancia funcional de sus modificaciones epigenéticas asociadas».
ECOticias.com – ep