Según explica la empresa Tecnosylva, «el proyecto Prometeo apoya grandes proyectos integrados de investigación industrial de carácter estratégico, gran dimensión y largo alcance científico-técnico orientados a una investigación planificada en áreas tecnológicas de futuro y con potencial proyección internacional, cuyo objeto es la generación de nuevos conocimientos que puedan resultar de utilidad para la creación de nuevos productos, procesos o servicios o para la integración de tecnologías de interés estratégico, contribuyendo de esta manera a un mejor posicionamiento tecnológico del tejido productivo español».
Prometeo, el proyecto, cuenta con 24 millones de euros como presupuesto, de los que 10 son proporcionados por el Ministerio de Ciencia e Innovación a través de la financiación del programa Cenit. Implica a empresas como Indra, Hispasat, Telvent, Abengoa, Inaer Helicópteros y Tecnosylva, que coordina las acciones. El objetivo es conseguir una nueva generación de tecnologías para luchar en un nuevo frente, las horas nocturnas y con nuevos medios, aviones no tripulados. En conjunto, la iniciativa pretende la prevención, la extinción de incendios, la restauración de áreas degradadas y la mejora las tecnologías de detección, una cadena con la que se pretende reducir el número de grandes incendios forestales.
Tecnosylva está encargada de desarrollar la plataforma de gestión y distribución con el que los agentes involucrados en el proceso de extinción de un incendio forestal operarán. La empresa leonesa tiene ya experiencia en este campo, puesto que ha desarrollado tecnologías similares, simulador de la propagación de incendios, que son empleadas por comunidades autónomas como Aragón y que ha sido evaluado por el Estado de California (Estados Unidos). Con esta plataforma, que puede prever el comportamiento de un incendio conforme a una serie de parámetros, los coordinadores de las brigadas y las fuerzas de seguridad que actúan sobre el terreno pueden actuar con mayor eficacia.
El proceso de transmisión de información actúa como una cadena. A partir de datos de geoposición y por las imágenes registradas por los helicópteros que sobrevuelan la zona, los ingenieros de la empresa desarrollarán, en el superordenador Caléndula (situado en la Universidad de León) un modelo del incendio forestal. La información de esta modelización es remitida, en poco tiempo aprovechando las prestaciones del Centro de Supercomputación de Castilla y León, a los responsables de las brigadas forestales y de las autoridades públicas.
Los responsables del proyecto Prometeo se reúnen durante dos días en León para analizar la situación y la participación de cada miembro en la iniciativa. Al seminario, titulado Avance en simulación operacional y desarrollo del ICS-SMEIF, acuden desde representantes de las empresas que participan en el desarrollo tecnológico a representantes de las comunidades autónomas que después podrán emplear el ingenio. Entre los asistentes se encuentran Rafael Gómez del Álamo, jefe del Área de Defensa contra Incendios Forestales del Ministerio de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino, y el analista de incendios, Nicholas Gellie, que estudió la ola de asueló Australia en 2009. Entre todos, intentarán de nuevo robar el fuego a los dioses y no correr la misma suerte que Prometeo. El titán fue castigado eternamente por Zeus.