El informe ‘Fisheries Bycatch of Sharks: Options of Mitigation’ (‘Pesquerías con Captura Incidental de Tiburones: Opciones para la Mitigación), subraya así que nuevas opciones en la pesca comercial permiten reducir el daño y la mortalidad de los escualos, una práctica que ha llegado a transformarse en una de las «más importantes» causas del declive de las poblaciones de tiburones, según puntualiza el estudio.
Para ello, el departamento de Ciencias Marinas de Pew ha trabajado con dos científicas expertas en alternativas a los métodos tradicionales de pesca comercial, de cara a reducir la pesca accidental de tiburones.
En este sentido, proponen cambios en los materiales utilizados en los reinales del palangre (sistemas de redes y anzuelos empleados para la captura), de cara a que se prohíban los alambres de acero, además de que se cambie la forma de los anzuelos, se hagan más circulares, de forma que no se perjudique a las pequeñas capturas.
De hecho, apunta que algunos pescadores utilizan en ocasiones los cables de acero en el palangre en vez del monofilamento de nailon, un hecho que permite retener al animal porque, a diferencia de lo que ocurre con el nailon, el acero no puede cortarlo con los dientes.
«Prohibiendo el uso de los alambres en el palangre y generando medidas de no retención de ciertas especies se puede ayudar a reducir una gran cantidad de tiburones que son generalmente capturados y luego muertos», señala la administradora del programa global de Conservación de Tiburones del Pew Environment Group.
El estudio refleja igualmente que de 1992 a 2003 en las aguas del Atlántico de Estados Unidos las capturas de tiburones representaron más del 25 por ciento del total de las capturas de pesca de palangre en mar abierto. Precisamente, en 2009 barcos pesqueros que pertenecen a países que son parte del ICCAT informaron de la captura de 58.100 toneladas métricas de tiburones azules, 264 de ‘marrajo sardinero’ y 5.605 de ‘marrajo dientuso’ en el Atlántico.
MAYOR PROTECCIÓN
El comité científico de la convención ICCAT ha reconocido que algún progreso se ha hecho en los últimos años para proteger tiburones como el ‘zorro ojón’, el tiburón ‘jaquetón oceánico’ y en especies de tiburones martillo del Atlántico.
Este año el comité científico ha recomendado que el ‘jaquetón sedoso’ reciba el mismo nivel de protección, debido a que esta especie fue clasificada en el ultimo análisis de riesgo ecológico que ha desarrollado el ICCAT a la cabeza de las especies más vulnerables.
«A pesar de que se ha mejorado la protección de algunas especies, la mayoría de los tiburones aún se encuentran amenazados debido a la poca voluntad política de los estados de controlar la pesca accidental que ocurren en sus flotas de pesca», ha indicado Hepp.
Además, el informe detalla que el aumento de la demanda y de los altos precios de las aletas de tiburones han llevado a que los pescadores tengan pocas motivaciones para liberar a estos animales mientras aún están vivos. Igualmente, apunta que más de 73 millones de tiburones son matados en el mundo año a año, principalmente para mantener la demanda global de las aletas, que alcanzan altos precios en Asia para hacer con ellas una «lujosa sopa».
El Pew Environment Group es la rama de la conservación del The Pew Charitable Trusts, una organización no gubernamental que busca establecer decisiones «políticas pragmáticas», basadas en la ciencia para la protección de los océanos, preservar zonas naturales terrestres y promover el uso de energía limpia.
Por otro lado, en la 22 reunión regular de ICCAT, que se celebra en Estambul del 11 al 19 de noviembre, Pew Environment Group ha estado impulsando una prohibición de la retención de los tiburones ‘marrajo sardinero’ y ‘jaquetón sedoso’, así como el establecimiento de medidas concretas para limitar las capturas del ‘marrajo dientuso’.
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