En Córdoba habitan cinco especies ofídicas venenosas: Víbora de la Cruz o Yarará Grande (Bothrops alternatus); Yarará ñata (Bothrops ammodytoides); Yarará chica (Bothrops diporus); Cascabel (Crotalus durissus); y Coral (Micrurus pyrrhocryptus).
Para evitar incidentes con estos animales, el Centro de Zoología Aplicada de la Facultad de Ciencias Exactas Físicas y Naturales de la Universidad Nacional de Córdoba aconseja mantener libre de malezas una superficie amplia alrededor de la casa, así como no acumular leña, ladrillos, escombros y otros elementos cerca de la vivienda.
Asimismo, recomienda tener especial cuidado al levantar o mover troncos o piedras, y usar botas de caña alta, de cuero o goma gruesa, cuando se transita por el campo. Las caminatas deben realizarse por senderos libres de vegetación y debe evitarse introducir pies o manos en huecos de árboles, cuevas o nidos. Si se está acampando hay que observar las mismas medidas que con las viviendas (superficie circundante libre de malezas, leña o escombros) y mantener la carpa cerrada en las horas de descanso y paseo.
En caso de mordedura
En caso de accidente, se debe concurrir lo más rápidamente posible al centro asistencial más cercano. En el interior de la provincia lo aconsejable es dirigirse a cualquiera de los hospitales zonales de la región, mientras que en la ciudad de Córdoba los centros de referencia son el Hospital de Niños, el Hospital Rawson y el Hospital San Roque.
Se debe tener en cuenta que el suero antiofídico es el único tratamiento efectivo para la mordedura de una serpiente venenosa y que debe ser aplicado por un médico.