Así, la responsable de la campaña Cambio climático y Energía de Greenpeace, Aída Vila, señala que admitir las repercusiones del cambio climático en los fenómenos meteorológicos extremos que, a su vez, provocan situaciones de catástrofe y, al mismo tiempo, no asumir compromisos para frenarlo «sería cargar con la responsabilidad de los daños que la proliferación de sequías como la cuerno de África, inundaciones como la de Tailandia o huracanes como el Katrina provoquen en todo el mundo».
Greenpeace destaca que el nuevo documento que el IPCC ha aprobado en Kempala (Uganda) califica de «muy probable» el aumento en frecuencia e intensidad de determinados fenómenos. Además, ha subrayado que este informe pone de nuevo de manifiesto la «amenaza que significa el cambio climático» y que recuerda la «urgencia de actuar.
Asimismo, Vila valora que el trabajo demuestra que el cambio climático provoca un «aumento de la proliferación e intensidad de los fenómenos meteorológicos extremos» y detalla las consecuencias que esto tiene en cuanto a impactos sobre la salud y seguridad de los seres humanos, sus sistemas económicos y sus condiciones de vida, sobre todo en los países en desarrollo.
Igualmente, la portavoz de cambio climático de la ONG ha manifestado que Greenpeace valora positivamente que el IPCC reitere la relación del cambio climático con la actividad humana y recuerda, en este sentido, el nuevo récord de emisión de gases de efecto invernadero en la atmósfera que se alcanzó en 2010 y que el estudio se publique a menos de diez días del inicio de la cumbre de Durban.
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