AMUS comienza un año más la campaña de conservación del Aguilucho cenizo; Casi dos décadas invertidas en frenar el espectacular declive de un ave de presa que nidifica en los campos de cereal. El Aguilucho cenizo es considerado una de las rapaces con más serios y directos factores de amenaza relacionados directamente con acciones humanas.
Llegada la primavera, en los campos cerealistas se sucede año tras año, de manera inexorable un espectáculo de máxima belleza como son las paradas nupciales de unas acrobáticas rapaces venidas de África: el Aguilucho cenizo. En esta estación se suceden las cópulas y cortejos en todo un despliegue de lances y picados que dan vida a unas tierras de posíos y labranza. A finales de mayo, cuando los campos comienzan a dorarse por el sol es cuando comienzan los primeros nacimientos de los aguiluchos. Justo en este ciclo de máxima vulnerabilidad sucede un hecho de consecuencias catastróficas, la recolección del cereal y todas las prácticas agrarias vinculadas han generado un acusado declive en una rapaz considerada de alto riesgo. El desenlace es imaginable, cientos de nidos son engullidos por las máquinas, hecho que llevó a AMUS a lanzarse en la conservación de una de las rapaces con más declive en los últimos diez años.
Desde entonces hasta ahora, se han invertido casi veinte años en medidas muy diferentes desde implicar a la propia administración y por supuesto al agricultor hasta la cría en cautividad, los cercos en torno al nido sin cosechar, crear reservas, incubar huevos en el centro hipotecados, estudiar la ecología de la especie pero es ahora con la aplicación de la PAC en materia de propietarios acogidos a ella y con especies protegidas nidificantes en sus propiedades cuando realmente se proyecta luz en la conservación de esta especie.
Para este año por primera vez se lleva a la práctica toda una normativa que pone el acento en la conservación de especies catalogadas y que por otro lado da sentido a toda la legislación y directivas que protegen a estas especies. Este año posiblemente con la puesta en práctica de esta medida que supone retrasar la cosecha podrán volar muchos pollos que de lo contario presumiblemente serían víctimas de las cosechadoras, de las empacadoras o de los depredadores.
AMUS en estos momentos se encuentra desarrollando acciones de salvamento de nidos con huevos por la recolección del heno, se han retirado del medio y están siendo incubados unos cuarenta huevos de nidos condenados. Los primeros pollos de aguilucho ya están naciendo en el área de cría del hospital de AMUS, en poco más de cincuenta días serán liberados en hackings en distintos puntos de la provincia de Badajoz.