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viernes, marzo 31, 2023

El Alto Sil y Omaña (León) alberga proyectos con urogallos

Según informaron a Europa Press fuentes de la asociación conservacionistas, 24 jóvenes aportan «su tiempo y dedicación» para intentar salvar esta subespecie, «la más amenazada del mundo» y para conocer los problemas que atraviesa esta tetraónida.

El urogallo cantábrico vuelve a ser el protagonista de los campos de trabajo que durante los últimos años SEO/BirdLife celebra en distintos espacios naturales de la cordillera Cantábrica durante el verano y que, en esta ocasión, se desarrollan en Alto Sil y Omaña (León) con 24 participación de 24 jóvenes voluntarios.

Según informaron a Europa Press fuentes de la asociación conservacionistas, 24 jóvenes aportan «su tiempo y dedicación» para intentar salvar esta subespecie, «la más amenazada del mundo» y para conocer los problemas que atraviesa esta tetraónida.

Las Reservas de la Biosfera del Valle de Laciana y de Omaña, en la provincia de León, «bastiones de la especie en la cordillera Cantábrica y espacies incluidos en la Red Natura 2000», son escenario este año de las labores que desarrollan los voluntarios, que incluyen señalización o retirada de cercados ganaderos peligrosos para el urogallo por el riesgo de colisión contra los mismos –la simple colocación de balizas de un color llamativo hace visible las alambradas a los urogallos y a todas las especies de aves, en general– o reconocimiento y prospección de áreas urogalleras –se realizan rastreos para localizar indicios de la presencia de esta especie, como plumas y excrementos–.

A estas acciones se suman otras vinculadas a la mejora de masas forestales mediante la retirada de tubos de protección usados para reforestaciones o la retirada de madera resultante de tratamientos forestales realizados en el marco del proyecto Life+, para que los vecinos de los pueblos próximos puedan aprovecharla y entiendan que el proyecto aporta beneficios a la comarca.

Junto las labores manuales, los participantes reciben formación a cargo de expertos en la especie y conocen la actividad de otras organizaciones conservacionistas como la Fundación Oso Pardo, el trabajo de los agentes medioambientales y las particularidades de estas regiones de la cornisa Cantábrica, sus valores naturales y culturales.

«La labor de los voluntarios es fundamental no solo por todo el trabajo altruista que realizan, sino porque su interés y curiosidad por el urogallo contribuye a valorar el patrimonio natural que atesora la cordillera Cantábrica en su conjunto», explica el técnico de SEO/BirdLife en el proyecto Life+ urogallo cantábrico, Javier Purroy.

El proyecto Life+ urogallo cantábrico se desarrolla desde 2010 para tratar de frenar el declive de esta subespecie y, coordinado por la Fundación Biodiversidad, cuenta con la participación de SEO/BirdLife, la Fundación Patrimonio Natural de Castilla y León, el Principado de Asturias, el Gobierno de Cantabria, el Consorcio Interautonómico para la Gestión del Parque Nacional de Picos de Europa y la Fundación Iberdrola.

ep

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