Un reciente estudio de la Universidad del País Vasco (EHU) ha confirmado que los bosques autóctonos, formados por especies como robles, alcornoques, encinas o castaños, son mucho más favorables para la biodiversidad de aves que las plantaciones de eucaliptos, cada vez más extendidas en el norte y oeste de la península ibérica. Solo en la zona de Euskadi se ha duplicado entre 2005 y 2024.
Los bosques autóctonos proporcionan alimento, refugio y lugares de anidación para numerosas especies de aves forestales. La variedad de árboles y estratos vegetales crea un ecosistema complejo que favorece la presencia de insectos, frutos y semillas, esenciales para la fauna. En cambio, las plantaciones de eucalipto presentan un sotobosque muy escaso debido a su alta capacidad de absorción de agua y a las sustancias alelopáticas que inhiben el crecimiento de otras plantas.
Las aves no prefieren los eucaliptos
Las plantaciones de eucaliptos albergan menos especies de aves que los bosques autóctonos y las plantaciones de pinos, según un estudio del Departamento de Biología Vegetal y Ecología de la EHU. La investigación, elaborada por el grupo de investigación BEZ-Ekofisco, ha analizado el impacto ecológico de las plantaciones de eucalipto en las comunidades de aves y pone de manifiesto la «necesidad» de conservar y restaurar los bosques autóctonos, según ha informado el centro universitario.
«Las especies de aves varían en función del tipo de sistema y en las plantaciones de eucaliptos hay muchas menos especies que en los bosques autóctonos o en las plantaciones de pinos: la riqueza y abundancia de las especies es menor», ha destacado Unai Sertutxa, investigador del Departamento de Biología Vegetal y Ecología de la Universidad del País Vasco (EHU).
Según se recoge, aunque en las plantaciones de pinos viven algunas especies de aves forestales, las comunidades de aves no son como las de los bosques autóctonos. Los resultados del estudio han puesto así de manifiesto «la importancia de los bosques autóctonos en la conservación de las comunidades de aves». Las especies vegetales autóctonas ofrecerían recursos «fundamentales» tanto a las aves forestales como a las que viven en espacios abiertos.
De hecho, los investigadores de la EHU también han detectado especies de aves de espacios abiertos en bosques autóctonos, lo que significa que «los bosques naturales no solo sirven para proteger las especies forestales, sino también para proteger las especies que viven fuera del bosque«.
Los resultados del análisis de las interacciones entre las aves y las plantas muestran también que las aves usan más la vegetación autóctona que la exótica e interactúan muy poco con las plantas exóticas.
La superficie de las plantaciones de eucaliptos en Euskadi se ha duplicado entre 2005 y 2024, ya que las enfermedades del pino han propiciado su sustitución por el eucalipto. En la actualidad, casi el 55 % de la superficie está cubierta por árboles: la mitad corresponde a bosques naturales y la otra mitad a plantaciones (alrededor del 25 % es pino insignis y algo menos del 7 % es eucalipto).
Ante estas conclusiones, los expertos recomiendan fomentar la restauración de bosques autóctonos y diversificar las masas forestales como medida para conservar la avifauna y mejorar la resiliencia frente al cambio climático. En sus resultados, el estudio advierte que proteger los bosques nativos no solo es vital para las aves, sino también para mantener el equilibrio ecológico, la fertilidad del suelo y la sostenibilidad del paisaje rural ibérico. EFE / ECOticias.com