Las CCAA y el Ministerio para la Transición Ecológica ha realizado un nuevo censo nacional del lobo en el que se evidencia que la recuperación de la especie se ha estancado, puesto que entre 2014 y 2024 ha experimentado un exiguo crecimiento del 1 % anual.
Para WWF, estos datos oficiales dejan más que claro que la rebaja en la protección de la especie no se basa en datos científicos y fue una decisión puramente política, bajo la presión del lobbie de los ganaderos que buscan subvenciones y el de los cazadores que quieren tener ‘licencia para matar’ todo lo que se les antoje.
Los planes autonómicos que permiten que se asesinen impunemente lobos al norte del Duero, han sido denunciados ante los tribunales por varias organizaciones ecologistas, que exigen que se vuelva a proteger de forma estricta a la especie y que se opte por favorecer la coexistencia entre las actividades humanas y la supervivencia del lobo.
El lobo no progresa como especie, digan lo que digan los políticos
El nuevo censo, dado a conocer hoy por el MITECO, ha sido realizado por las CCAA entre 2023 y 2024, excepto Galicia que lo hizo en 2021 y 2022, y coordinado por el Ministerio. Pese a ciertas carencias metodológicas, que exige precaución en la comparación con el censo anterior, los resultados revelan un crecimiento mínimo del número de manadas, pasando de 297 grupos reproductores estimados en 2014 a unos 333 en 2024, tan solo un 12 % más en una década.
Para la ONG, los datos de las comunidades autónomas desmontan la intensa campaña de bulos y desinformación desatada tras la inclusión de la especie en el LESRPE y su protección en 2021. En lugar del “crecimiento exponencial” del que alertaban algunos responsables políticos y sectores cinegéticos y ganaderos, la recuperación de la especie está prácticamente estancada.
De hecho, se trata del menor incremento en una década desde que el lobo tocó fondo en los años 70 del siglo pasado. La especie casi no se expande en España e incluso retrocede en Portugal y sigue muy lejos de su área histórica de distribución y además se enfrenta a graves problemas genéticos.
Basándonos en esta falta de recuperación, la organizacion considera que el MITECO debe mantener el estado de conservación del lobo como “desfavorable-inadecuado” en España en la actualización que debe enviar a Bruselas en julio. La organización recuerda que, a la hora de considerar el estado de conservación de la especie, no es posible reducir el análisis al ámbito regional, sino que se debe analizar el conjunto de la población a nivel ibérico.
La organización destaca que, en la última década, los lobos de otras poblaciones europeas se han recuperado entre 5 y 6 veces más rápido que los lobos españoles, según el análisis en profundidad sobre la especie encargado por la Comisión Europea.
Crecimiento nimio en España y retroceso en Portugal
Otras señales de alarma para la población ibérica son el retroceso en Portugal —con un 23 % menos de área con presencia de la especie en las dos últimas décadas— y la extinción de la especie en Andalucía, reflejada oficialmente en este nuevo censo: es la única población de lobos desaparecida en Europa en tiempos recientes.
“El nuevo censo del lobo lanza una alerta clara: la especie está prácticamente estancada y su recuperación ha sido prácticamente nula. Queda claro que su estado de su población es precario y que la salida del lobo del LESRPE fue una maniobra exclusivamente política, sin base científica, por lo que es urgente recuperar su protección estricta”, ha señalado el secretario general de la ONNG en España, Juan Carlos del Olmo.
“Es obvio que las matanzas indiscriminadas de lobos que ya están realizando algunas comunidades autónomas como Cantabría y Asturias son una verdadera irresponsabilidad y tendrá graves consecuencias para una especie que se encuentra en un estado de conservación muy precario, por eso desde la organizacion estamos empleando todos nuestros recursos legales para detenerlas”, ha añadido Juan Carlos del Olmo.
La ONG señala un dato esperanzador dentro del censo nacional: la creciente presencia de lobos solitarios en Cataluña y Aragón, que llegan de manera natural desde el otro lado de los Pirineos. La población ibérica de lobos tiene una variabilidad genética muy baja que hace vulnerable su futuro, y la conexión con las poblaciones europeas supondría todo un salvavidas para la especie.
Por eso piden a las CCAA del noreste que trabajen para asegurar la protección de los lobos divagantes, y que preparen el territorio para el establecimiento de manadas: dedicando fondos al impulso de medidas de prevención de ataques a la ganadería extensiva, por ejemplo, de forma dialogada con los distintos actores sociales. Asimismo, denuncian que la persecución indiscriminada del lobo que han iniciado Asturias, Cantabria, y La Rioja, impedirá la expansión del lobo ibérico hacia el este, poniendo en riesgo el futuro de la especie.
Además de volver a introducir todas las poblaciones de lobo de España en el LESRPE, la ONG reclama a las administraciones que apuesten de forma decidida por la coexistencia entre la especie y la ganadería extensiva, apostando por el uso de medidas preventivas para reducir los ataques al ganado. ECOticias.com