Como cada año, el 25 de junio, ECOticias.com conmemora el Día Mundial Antitaurino 2024, con la esperanza de que cada vez falte menos para que esta atrocidad de tortura y maltrato animal se prohíba de forma terminante en los pocos países en los cuales aún está permitida.
El Día Mundial Antitaurino 2024 nació como un símbolo de protesta y de denuncia de todo lo que tiene que ver con las corridas de toros. Y para desmontar muchos de los bulos que los defensores de esta práctica esgrimen, ya que en realidad esta es solo una manera de lucrarse del sufrimiento de los animales,
Quienes exigen la abolición de estos actos son personas con sentido común, que ven en el hecho de que se torture a un animal para regocijo de unos pocos (que cada vez son menos) un acto completamente contrario a la cultura, al humanismo y al arte. Que por más que sea una ‘tradición’, es de las que se deben eliminar, como sucedió con tantas otras.
Día Mundial Antitaurino 2024: una práctica en decadencia
En el Día Mundial Antitaurino 2024 recordemos que, si bien esta es una práctica que se remonta al Siglo XII, la antigüedad no la hace menos terrible, ya que la idea final es acabar con la vida de un ser, luego de haberlo jaleado, toreado, herido, desangrado y finalmente asesinado, para regocijo de un puñado de personas.
Según los expertos, las corridas de toros en España (y en el resto del mundo) tienen cada vez menos adeptos. De hecho, la afluencia de público a este tipo de espectáculos decayó significativamente, al punto de que en varias ocasiones se han tenido que suspender las ‘faenas’ por falta de concurrencia.
A nivel mundial, España y México son los países con mayor tradición taurina, junto con Perú, Venezuela y Ecuador. En Portugal se lidia, pero sin que se mete al toro en el ruedo delante de los espectadores, y en Francia solo en algunos pueblos del sur se realizan estas actividades. Colombia prohibió recientemente estos espectáculos. Algo que se debería aplaudir e imitar en el Día Mundial Antitaurino 2024.
Desmontando mitos de la tauromaquia
En el Día Mundial Antitaurino 2024 recordemos algunos de los mitos y bulos que son defendidos por sus partidarios y con los que pretenden justificar que estas actividades continúen. Cuando detrás, solo hay un gran negocio en manos de unos pocos, que al grito de Ole recauda muchísimo dinero (hasta en subvenciones) a costa del dolor y la sangre de los toros.
El toro SI sufre
La constitución física de un toro es fuerte, pero tiene un sistema nervioso propio de los mamíferos, con una alta sensibilidad al dolor, como la que pueden tener un perro, un león o un ser humano. El acoso que tiene que enfrentar le provoca muchísimo estrés y cada vez que se lo hiere, le duele y sufre. Y esa es una de las razones por las que se instituyó el Día Mundial Antitaurino 2024.
No existe una raza de ‘toros bravos’
Un toro de lidia pertenece a la especie bos taurus, que es exactamente la misma que la del resto de vacas y toros. La única diferencia es que el ser humano ha practicado una selección genética para obtener ejemplares con determinadas características. Igual que lo ha hecho, por ejemplo, para seleccionar vacas lecheras.
La tauromaquia no es un ‘arte’ que debe preservarse
Los seres humanos hemos cometido todo tipo de atrocidades y tropelías a lo largo de la historia. De varias de ellas se justificó su pervivencia pretextando que eran una tradición o que eso se hacía desde ‘tiempos inmemoriales’ y a muchas se las catalogó de ‘arte’. Pero cuando el ‘arte’ implica dolor por parte de un ser vivo, ello pasa a ser únicamente una ‘mala costumbre’ que se debe abolir de inmediato. Los circos romanos son buen ejemplo de ello.
El toro bravo NO es agresivo por naturaleza
Decir lo contrario es una falacia. Hablamos de animales rumiantes, que si no son molestados son de naturaleza tímida y huidiza. La personalidad de un animal, sostienen los expertos, depende del trato que reciben. Pero en el Día Mundial Antitaurino 2024 lo importante es recordar que sean mansos o agresivos, no se merecen ser objetos de maltrato para que una turba jalee a su asesino y unos pocos se lucren con ello.