Betula es una asociación sin ánimo de lucro para la custodia del bosque atlántico, nacida con la intención de conservar y recuperar el patrimonio natural, cultural y paisajístico. Precisamente con dicho objetivo, la entidad se ha hecho recientemente con la propiedad de varias parcelas ubicadas en el ‘Parque Natural Fragas do Eume’.
La extensión de estos terrenos –cercanos a la aldea de As Leguas, en el municipio de Monfero– es de 17.000 metros cuadrados o, lo que es lo mismo, unos 31 ferrados. La compra de estas propiedades no fue sencilla para la asociación, no solo por el desembolso económico que supuso, sino por todo el trámite burocrático que lleva implícita una actuación como esta explica el vicepresidente de Betula, Pedro Cruzado. En la actualidad la entidad dispone de 16 hectáreas adquiridas y de otras 305 en convenio de custodia.
Betula quiere transformar el monte en ‘Fragas do Eume’, talando los eucaliptos presentes en él y plantar en un futuro diversas especies de frondosas autóctonas como carballos, bidueiros o castiñeiros, entre otros tipos de árboles.
Con esta intervención se mejoraría el ecosistema de la fauna autóctona y, además, se disfrutaría de biodiversidad. Con este tipo de actuaciones se frena, además, la afectación del cambio climático.
Restauración del bosque atlántico en el entorno del ‘Parque Natural de As Fragas do Eume’
Ecologistas han comenzado una colaboración con la Asociación Betula para apoyar los trabajos de restauración del bosque atlántico en el entorno del ‘Parque Natural de As Fragas do Eume‘: retirada de eucaliptos en parcelas objeto de restauración y la posterior plantación –o regeneración natural– de especies propias del bosque atlántico.
Con esta iniciativa se impulsa la recuperación de las masas forestales de frondosas en Galicia y, de manera especial, una mayor protección del ‘Parque Natural de As Fragas do Eume’ y de los espacios protegidos frente a la expansión del eucalipto.
Según una investigación reciente publicada en la Misión Biolóxica de Galicia (MBG-CSIC), en un periodo de 25 años se ha constatado la pérdida de un 17,6 % de bosque autóctono en el interior del Parque Natural das Fragas do Eume, así como un aumento de las plantaciones de eucalipto. Concretamente, la presencia del eucalipto se incrementó un 48,2 % entre los años 1997 –año en que fue declarado parque natural– y 2022, demostrando el fracaso de la gestión forestal de la Xunta de Galicia.
En este sentido, ecologistas demandan la prolongación hasta 2030 de la actual moratoria a nuevas plantaciones de eucalipto y denuncia el incumplimiento por parte de la Xunta de Galicia de una de las directrices marcadas en el Plan Forestal de Galicia en vigor: reducir en un 5 % la superficie de eucalipto para 2040.
Según los datos preliminares del Inventario Forestal Continuo de Galicia correspondientes al año 2023, en Galicia existen 419.051 hectáreas de eucaliptales (masas dominadas por esta especie), un 1,4 % más que en 2022, debido a que comienza a aflorar el ‘boom’ de plantaciones realizadas justo antes de que entrara en vigor la moratoria, en julio de 2021, y los no pocos casos de incumplimiento de la misma que se han denunciado desde entonces.
La moratoria temporal para las nuevas plantaciones de eucalipto termina en diciembre de 2025
Pero las causas que dieron lugar a aquella decisión siguen estando vigentes. No sólo porque se ha incumplido el Plan Forestal de Galicia o porque la especie se sigue plantando dentro de espacios naturales protegidos y de forma ilegal, sino porque el fin de la moratoria supondría un duro golpe al sector forestal del aserrío, continuando la oleada de sustitución de masas de coníferas por eucaliptales.
El pasado mes de septiembre ecologistas han propuesto a la Diputación de Bizkaia la prolongación hasta el año 2030 de la actual moratoria para nuevas plantaciones de eucalipto en este territorio del País Vasco. Esta propuesta fue formulada durante una ponencia en las Juntas Generales de Bizkaia con motivo del debate sobre la modificación de la Norma Foral 3/94 de Montes. De la misma forma que en Galicia, la actual moratoria, que expira en diciembre de 2025, convive con los problemas estructurales que ponen en riesgo el suministro de madera de conífera para la industria del País Vasco.
Ecologistas también llaman la atención sobre el peligro que supone el proyecto de fábrica de celulosa de Altri en A Ulloa, que podría significar un nuevo ciclo de expansión de las plantaciones de eucalipto en Galicia, y solicita a la Xunta de Galicia que lo descarte.
Aunque todo el eucalipto que se corta en Galicia tiene mercado, la empresa ha presentado un proyecto que implica, según sus propios datos, un consumo de 1,2 millones de m3 en su primera fase y probablemente casi el doble cuando esté a pleno rendimiento.
Para los ecologistas, la presión de la industria papelera sobre el territorio es insoportable y pone en peligro tanto su integridad ecológica, ya de por sí deteriorada, como la sostenibilidad socioeconómica.
Las consecuencias del cambio climático, incluida la persistencia de varias plagas que afectan a las coníferas en zonas del Norte y Noroeste de la península (la banda marrón y el chancro resinoso del pino, entre otras) o la repetición de nuevos brotes del nematodo del pino en algunas localidades de Galicia, genera incertidumbre en los propietarios forestales, lo que los podría llevar a la sustitución masiva de plantaciones de coníferas por eucalipto, situación que está en el origen precisamente del establecimiento de la moratoria actual en Galicia y Bizkaia.
Llevando ambas moratorias hasta el 2030, como en el caso de Portugal, se permitirá evitar decisiones precipitadas y cortoplacistas, y peligrosos procesos de eucaliptización del territorio, con consecuencias indeseables desde el punto de vista socioeconómico y ambiental.













