La Comisión Europea propone que el lobo pase a estar ‘protegido’ en lugar de ‘estrictamente protegido’. La relación, amor, odio entre el lobo y el ser humano, viene de tiempos ancestrales. Su característico aullido nos traslada a la montaña, pero su instinto depredador es un problema para el ganado. Antes de que este animal se catalogase dentro del Listado de Especies Silvestres en el Régimen de Protección Especial (LESRPE) podía cazarse libremente en cualquier región de España. La medida, que entró en vigor hace apenas tres años, prohibió la cacería controlada al norte del río Duero.
Anterior a 2021, en España existía la Ley de Caza, aprobada en 1970. Justamente a principios de los años setenta, el lobo estuvo a punto de la extinción y por ello se instauró esta norma. En ella, consta que solo se podía matar en circunstancias concretas. Desde entonces, las manadas empezaron a recuperarse y se mantuvo estable. En los últimos 40 años, se llevaron a cabo dos censos: uno comprendido entre los años 1986-1988, donde registraron un total de 294 manadas en la península ibérica, y el último, de 2012 a 2014, que incrementó en tres puntos con respecto a la última contabilización (297).
En España, la población de lobos no llega a 200 manadas
Sin embargo, estos datos de hace diez años han descendido. En el último censo, se ha estimado que la población del lobo no llega a 200 manadas. La mayor presencia del lobo se encuentra en cuatro comunidades autónomas: Castilla y León, Galicia, Asturias y Cantabria. Aunque desde hace tres años no se permite la caza del lobo, su número no ha aumentado y los científicos prevén que se trata de una cuestión genética.
Principalmente, el ADN del lobo se puede analizar gracias a sus excrementos, así lo cuenta el investigador del CSIC. «Se pueden saber muchas cosas: de lo que se alimentan y, cuál es la variabilidad genética de la población. Se estudia todo porque aún hay muchas preguntas en el aire, por ejemplo, por qué no aumenta la población del lobo en la península».
Si comparan estas muestras a las de hace 50 años, genéticamente esta especie ha perdido mucho. En la actualidad, explican los expertos, existen muchos patógenos, como el cambio climático o la contaminación, que llegan a disminuir las probabilidades de supervivencia.
Proponen que el lobo pase a estar ‘protegido’ en lugar de ‘estrictamente protegido’
En la actualidad, el lobo es una de las especies que se encuentran en el ojo del huracán. Antes de acabar 2023, la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen, propuso a los países miembros de la Unión Europea (UE) modificar el estatuto de protección del lobo, adoptado en 1979. La propuesta busca que el lobo pase de estar ‘estrictamente protegida’ a únicamente ‘protegida’. Esto salió adelante, puesto que en las últimas décadas, en Europa, las poblaciones de lobos han incrementado y en algunos territorios europeos han aumentado los ataques de este animal al ganado.
«La reaparición de los lobos es una buena noticia para la biodiversidad en Europa. Pero la concentración de manadas en algunas regiones europeas se ha convertido en un peligro real, especialmente para el ganado», señaló la presidenta de la Comisión Europea.
El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) pidió a los países miembros de Europa rechazar esta propuesta. La organización ecologista considera que la motivación por modificar los estatutos no tiene una justificación científica, puesto que en la mayoría de los Estados no se ha alcanzado un estado de conservación favorable del lobo.
El investigador del CSIC de la Estación Biológica de Doñana, Carles Vila, explica que en España no está ocurriendo lo mismo que en otros países de la Unión Europea: «En Europa, las manadas de lobos están creciendo y se está expandiendo». Sin embargo, hace poco, en el Pleno del Congreso se aprobó la consideración de una proposición de Ley del PP para relajar la protección del lobo en el España.
La iniciativa de este partido contó con el apoyo de Vox, PNV y Junts, mientras que Bildu se abstuvo y PSOE y Sumar votaron en contra. El objetivo es poder limitar la prohibición de la caza del lobo exclusivamente en las regiones al sur del Duero.
¿El lobo es un peligro real?
Las asociaciones de ganaderos saben que este animal tienen que alimentarse: «Si no hay alternativas tróficas, pues comen más ganado y hay que entender que esta especie necesita controles». Los ganaderos reciben ayudas para proteger a su ganado de estos animales e indemnizaciones para compensar los daños. No obstante, el colectivo considera que estas ayudas son insuficientes para la magnitud de los daños que causan los lobos.
La protección del lobo en el norte del Duero está en el punto de mira. Los expertos dicen que el lobo no está en peligro, pero no hay que relajarse. «El lobo no está caprichosamente protegido, está protegido porque necesitamos realmente lobos. Es una pieza clave para nuestra salud ambiental», explica, Ignacio Martínez, miembro de la asociación para la conservación y el estudio del lobo ibérico.