El Museo de la Ciencia Cosmocaixa de Barcelona tiene un nuevo integrante: un mamut lanudo de la Edad de Hielo que hace unos cuarenta o cincuenta mil años habitaba las estepas siberianas. Este esqueleto de enormes dimensiones (3.5 metros de alto y 6 de largo) se convertirá en una de las atracciones del museo.
Los visitantes, que se sorprenderán al conocer detalles de su existencia como que gestaban durante 22 meses o ingerían casi 200 kilos de hierba. También serán los que le elijan un nombre a este mamut que convivió con el Homo sapiens y del que aún no se conocen con claridad cuáles fueron las causas de su extinción como especie.
Este nuevo ejemplar, cuya historia comienza en la región rusa de Tiumén donde fue descubierto, pasó un tiempo en los Estados Unidos hasta que lo compro el Museo de la Ciencia Cosmocaixa, pagando por él aproximadamente medio millón de euros, se expone en la Sala Univers.
El mamut de Cosmocaixa Barcelona
Un esqueleto de mamut lanudo de 3,5 de altura y 6 metros de longitud, icono de la Edad de Hielo que habitó en la estepa siberiana entre hace 40.000 y 50.000 años y convivió con homosapiens, se ha incorporado al Museo de la Ciencia Cosmocaixa de Barcelona.
Este «ejemplar», con unos impresionantes colmillos de marfil y al que pondrán nombre próximamente los visitantes, permitirá a los visitantes conocer la vida de estos mamíferos, que gestaban durante 22 meses y consumían hasta 180 kilos de hierba, han explicado en el director del Museo de Ciencia Cosmocaixa, Valentí Farràs, y el responsable de Exposiciones de la fundación «la Caixa», Javier Hidalgo.
Instalado en la sala Univers, frente al bosque inundado, los expertos han destacado la calidad de sus piezas, encontradas por un grupo de arqueólogos en la región rusa de Tiumén en 2017 y que estaba en EEUU hasta que lo adquirió el Cosmocaixa por alrededor de medio millón de euros, han explicado.
Ejemplares muy escasos
«Más que el coste, lo relevante es el valor que tiene el mamut, por la escasez en el mundo de algo parecido. No se han encontrado desde entonces más ejemplares», ha apuntado Hidalgo, quien ha destacado la importancia de que haya acabado en un museo de la ciencia para el disfrute y el aprendizaje colectivo y no en colecciones privadas.
Los expertos han destacado que no tuvieron duda de que debía hacerse un «gran esfuerzo» para conseguir un mamut «de gran valor visual estético y pedagógico«, «una maravilla de la naturaleza que se sostiene en su posición original» y que se pudo visitar en el Caixafórum de Tarragona durante el primer semestre del año, ha enfatizado Farràs.
El director del museo ha destacado que, más allá de hablar sobre los mamuts como especie, el esqueleto permite aprender e investigar sobre medio ambiente, sostenibilidad y evolución, particularmente en torno a cómo el ser humano convivió siendo homosapiens con estos animales.
¿Por qué se extinguieron?
Los primeros mamuts aparecieron en África hace 5 millones de años, y hace algo más de 3,5 millones salieron de este territorio y continuaron su evolución en otras zonas del mundo. Se considera que sus parientes lejanos son los elefantes y otros animales con trompa.
La evidencia científica hasta la fecha indica que lo que motivó su desaparición debió de ser una concatenación de factores, como el aumento de la temperatura global y el asedio de la caza, ya que en la Edad de Hielo eran una fuente importante de proteínas, grasa y piel.
Actualmente, los avances en el campo de la genética están dando lugar a nuevos descubrimientos y teorías y una investigación recientemente publicada en ‘Cell’ ha permitido recuperar material genético de seis grupos de bacterias presentes en ejemplares de mamut que han abierto la puerta a nuevas opciones sobre el papel que los microbios pudieron desempeñar en su extinción.
Por otro lado, existen otros proyectos en este campo que pretenden hacer revivir a los mamuts (desextinción) a partir del ADN obtenido de ejemplares bien conservados, aunque eso genera un debate ético sobre si debería hacerse o no y con qué objetivo, aparte del avance científico, han explicado desde el Museo de Ciencia Cosmocaixa.
Con motivo de la llegada del nuevo habitante, el museo programará en los próximos meses la visita para familias ‘Cazadoras de mamuts’, que incide en el trabajo de las personas especializadas en paleontología y arqueología para explicar las características principales de estos animales.
La adquisición de este esqueleto de mamut no solo busca que el museo tenga un ejemplar muy poco común, sino que pone a disposición de los visitantes la posibilidad de aprender las características de la especie, las de su entorno, el medio ambiente en el que habitaban, sus costumbres, etc.
Cazadoras de Mamuts es un programa que implementará próximamente el museo y que busca informar acerca de las vicisitudes del trabajo de aquellos paleontólogos y arqueólogos que trabajan para encontrarlos, recrear su vida y explicar sus características principales. EFE / ECOticias.com














