Junto a SEO/BirdLife conoceremos más acerca del aguilucho cenizo, gracias a un estudio de 61 ejemplares de diferentes edades y sexos, que fueron marcados con sistemas de seguimiento remoto, lo que ha posibilitado que se haga un seguimiento completo de sus movimientos migratorios.
La población española de aguilucho cenizo, Ave del año 2023 que inverna en el continente africano, ha sido evaluada en varias ocasiones mediante censos nacionales, que han determinado que la evolución de sus efectivos está experimentando un declive importante, al igual que la mayoría de las aves ligadas a los medios agrícolas.
Este declive se estima en cerca de un 23% entre los dos últimos censos nacionales (2006-2017), pero se prevé que continúe en los próximos años porque sus amenazas siguen activas. Sin embargo, aunque estos censos han permitido evaluar su estado y tendencia poblacional en España, hasta ahora no se habían estudiado en detalle sus movimientos migratorios, a diferencia de los de la población europea, que han sido objeto de un buen número de estudios.
Monografía: Migra de SEO/BirdLife
La nueva monografía del programa Migra el Comportamiento espacial de la población española de aguilucho cenizo recoge el estudio más detallado hasta la fecha sobre los movimientos de la especie y busca dar respuesta a numerosas incógnitas relativas a sus desplazamientos. Gracias a los marcajes con dispositivos de seguimiento remoto, se han podido describir aspectos que no habían sido documentados hasta ahora.
Las aves planeadoras, como las rapaces medianas y grandes o las cigüeñas, evitan en sus rutas migratorias grandes travesías sobre el mar, donde no se forman las corrientes térmicas que les ayudan en sus desplazamientos. Sin embargo, en este estudio sobre los movimientos migratorios del aguilucho cenizo, a pesar de pertenecer a ese grupo, se ha comprobado que es capaz de realizar largos trayectos sobre el mar para cruzar al continente africano.
Estos marcajes también han permitido describir en detalle los viajes desde su punto de cría en nuestro país (principalmente en áreas de cultivos cerealistas de las dos mesetas) hasta los lugares de invernada en el Sahel, que se extienden desde Senegal a Mali. Este análisis ha facilitado información sobre las diferentes rutas y preferencias entre los viajes de ida y de vuelta, que en muchos casos varían considerablemente entre la migración otoñal y la primaveral.
También se ha podido comprobar que existen áreas en las que realizan paradas migratorias donde reponen fuerzas y descansan, identificándose regiones clave para su conservación, como es el caso de buena parte de Marruecos. También se ha podido comprobar que no invernan en una zona concreta, si no que cambian de región, dentro del África Subsahariana, en 3 o 4 ocasiones.
«Hay que destacar que estos resultados demuestran que los ejemplares de esta especie permanecen solamente 4/5 meses en España, mientras que el resto del año lo invierten en sus movimientos migratorios y zonas de invernada» señala Juan Carlos del Moral, coordinador de ciencia ciudadana de SEO/BirdLife.
Además de esta publicación, la ONG ofrece la posibilidad de consultar de forma interactiva los viajes de los aguiluchos cenizos marcados en migraciondeaves.org . En esta plataforma se pueden visualizar los recorridos de todos los ejemplares, activarlos y ver su avance en el tiempo, individualizarlos, verlos en detalle con distintas capas cartográficas, ajustar la velocidad, modificar el grosor de las líneas, o convertir en áreas geográficas ocupadas según mapas de calor.
Desde esta web, también se pueden consultar los viajes de otras 9 especies con análisis semejantes. Además, ofrece acceso a información de movimientos en otras plataformas, como el atlas europeo de migración, y sobre la biología de las aves, incluyendo el III Atlas de aves en época de reproducción en España, libros rojos a distintas escalas geográficas, guías de aves, entre otros recursos.
Gracias al trabajo del equipo de investigación del IREC, el presente estudio cuenta con información de 61 ejemplares de diferentes edades y de ambos sexos, distribuidos por las principales áreas de cría de las mesetas castellanas, Extremadura o Andalucía. Estos marcajes han facilitado un conocimiento espaciotemporal preciso de los movimientos de los individuos durante su ciclo vital completo, abarcando la dispersión juvenil, la ecología espacial durante las épocas de cría e invernada, las rutas migratorias, los movimientos pos reproductivos o la territorialidad, entre otros aspectos.
Analizando los comportamientos del aguilucho
Las necesidades ecológicas de las aves adultas son distintas de las de los jóvenes y, en consecuencia, también lo son sus movimientos. Uno de los mayores condicionantes de los movimientos de los individuos adultos es la reproducción.
En el aguilucho cenizo, el periodo reproductivo se extiende de abril a julio, lo que condiciona de forma importante esos movimientos. Los aguiluchos cenizos adultos pueden cambiar de zona de reproducción de una temporada a otra, pero, una vez establecidos en su área de cría, la superficie empleada durante el periodo de reproducción no es muy extensa. El hábitat de las residencias utilizadas durante el periodo reproductor se caracteriza fundamentalmente por hábitats agrícolas y de mosaico. Parece haber una selección positiva hacia zonas agrícolas que tengan zonas de agua.
Cruzando el Sahara
Los aguiluchos españoles utilizan un frente migratorio amplio, especialmente al cruzar el Sahara. Aunque muchos individuos cruzan a África alrededor del estrecho de Gibraltar, también son capaces de atravesar amplias extensiones de mar.
La migración prenupcial, de regreso desde las zonas de invernada a la Península, tiende a realizarse, en promedio, más al oeste que la post-nupcial, aunque existe una gran variabilidad individual. Asimismo, las rutas migratorias utilizadas por un mismo individuo parecen ser muy variables. De forma general, los parámetros migratorios evaluados no varían entre sexos, pero sí entre fases (es decir, entre el periodo post y prenupcial) y, en términos generales, la migración prenupcial dura más que la post-nupcial.
Pasar el invierno
Durante este periodo, los aguiluchos utilizan un promedio de 4,3 zonas diferentes, aunque esta cifra puede variar de 2 a 13. En cada una de estas áreas permanecen más de un mes, siendo la última residencia, justo antes de realizar su migración hacia la Península, donde pasan más tiempo, con casi tres meses en promedio. La distancia media entre residencias sucesivas es inferior a los 200 kilómetros, pero puede llegar a superar los 1.000 km.
En conjunto, los aguiluchos marcados ocuparon más de un millón y medio de km2 durante este periodo, un área casi cuatro veces mayor que la ocupada en España. Además, no hay una estructura espacial clara en sus áreas de invernada, pues individuos que comparten áreas de cría pueden pasar este periodo a 1.000 km de distancia entre ellos.
Un dato especialmente relevante es la importancia de Mauritania para los aguiluchos españoles, ya que el 85 % de los monitorizados hace al menos una parada en este país. Durante esta época seleccionan preferentemente zonas agrícolas, lo que subraya su dependencia de estos hábitats a lo largo de todo su ciclo vital y su vulnerabilidad a los cambios en estos entornos, tanto en España como en el África subsahariana, donde la intensificación agrícola también va en aumento.
Las aves migratorias, como es el caso del aguilucho cenizo son capaces de recorrer enormes distancias haciendo breves paradas para alimentarse, beber agua y descansar el mínimo posible. Los sistemas de monitoreo son los que serán mostrando a los expertos y al resto del mundo la parte menos conocida de sus excepcionales viajes.
