Las normas comunitarias se tiñen de polémica con su última medida para reducir todavía más la protección del lobo. Una medida tomada por todos los países miembros de la UE (a excepción de España, Polonia y Bélgica que se abstuvieron en el voto) y cuyo argumento es ajustarlo al nuevo estatus adoptado en el Convenio de Berna llegando al nivel mínimo de protección a este animal.
A juicio del Consejo de la Unión Europea, los lobos están recuperando su población, además de que, según explican fuentes comunitarias, se han incrementado los ataques del ganado. Es por ello que consideran más que suficiente que el lobo pase de estar considerado como «estrictamente protegido» a solo «protegido». Dicho de otro modo, carta blanca a los Estados miembros para hacer la gestión que consideren, en muchos casos nefasta, de la población de esta especie que tengan en sus territorios.
En el caso de España, fuentes diplomáticas recuerdan que se abstuvieron de votar a favor de esta controvertida medida que deja todavía más expuesta si cabe a la población del lobo. Recordemos que en nuestro país sería necesario, para proteger al lobo ibérico, asegurar su estado de conservación, mientras se hace frente a los problemas añadidos del ambio genético.
Una rebaja para llegar a una mínima protección del lobo
El Consejo de la Unión Europea, que representa a los países de la UE, dio luz verde a la propuesta para reducir el nivel mínimo de protección del lobo en la normativa comunitaria y alinearlo con el nuevo estatus adoptado en el Convenio de Berna, rebajado a petición de la UE ante la recuperación de las poblaciones y el incremento de ataques al ganado.
En un comunicado, el Consejo explicó que valida que el lobo pase de estar catalogado como «estrictamente protegido» a solo «protegido», lo que daría a los Estados miembros más flexibilidad para gestionar sus poblaciones de esta especie. España, Polonia y Bélgica se abstuvieron en el voto de este miércoles, dijeron fuentes diplomáticas.
«El objetivo es ofrecer más flexibilidad en la gestión de las poblaciones de lobos en los distintos países de la UE, con el fin de mejorar la coexistencia y minimizar el impacto de la creciente población de la especie, incluidos los retos socioeconómicos», dijo el Consejo. El cambio alinea la legislación comunitaria con una modificación del Convenio de Berna solicitada por la propia Unión Europea, que en septiembre había pedido pasar el estatus de protección del Anexo II al III.
Bajo el régimen del Anexo II está prohibida cualquier forma de captura intencional o de muerte intencional -lo que incluye la caza-, así como la destrucción o el deterioro de los espacios de reproducción o de las áreas de descanso. También está proscrito el comercio y la detención de estos animales. Pero con el Anexo III las cosas cambian, ya que la reglamentación sí que permite algunas de esas prácticas a condición de «mantener la existencia de esas poblaciones fuera de peligro».
El lobo: solo con estatus de «protegido»
«Aunque los lobos ya no estarían bajo el estatus de especies estrictamente protegidas, los Estados miembros deberían seguir garantizando el estatus de conservación favorable del lobo y aplicar medidas de seguimiento que pueden llevar a prohibiciones temporales o locales de la caza», señaló el Consejo.
Cada país seguirá, además, teniendo la posibilidad de mantener un nivel de protección más alto si así lo considera necesario según su legislación nacional. Esto se debe a que hay un bloque minoritario de países que no apoya esa modificación: España, Irlanda, Eslovenia, Chipre, Malta y Bélgica.
En España, no obstante, el pleno del Congreso aprobó en marzo pasado que el lobo pueda cazarse de nuevo al norte del Duero con su salida del listado de especies protegidas mediante una enmienda del PP a la Ley de Prevención de las Pérdidas y el Desperdicio Alimentario, que salió adelante con el apoyo de Vox, Junts y PNV. El Parlamento Europeo votará sobre esta medida en su próximo pleno en la primera semana de mayo. EFE / ECOticias.com


















