Constituida en la plataforma No más mierda, la población de la zona alertó hace unas semanas de las «malas prácticas» de la gestora de la planta que, según aseguró, estaba esparciendo por la localidad restos orgánicos sin compostar procedentes de mataderos, hospitales, industrias cárnicas, depuradoras y actividades agrícolas, ganaderas y forestales.
La Junta de Castilla y León trabaja para delimitar las responsabilidades por el vertido de residuos en varias fincas de Fuentepelayo (Segovia) alquiladas por los gestores de una planta de compostaje y tratamiento de restos ganaderos, que ha suscitado la polémica por los malos olores que desprende, que afectan a varios municipios, y el impacto ambiental y de salud que genera, según denuncian los vecinos.
Constituida en la plataforma ‘No más mierda’, la población de la zona alertó hace unas semanas de las «malas prácticas» de la gestora de la planta que, según aseguró, estaba esparciendo por la localidad restos orgánicos sin compostar procedentes de mataderos, hospitales, industrias cárnicas, depuradoras y actividades agrícolas, ganaderas y forestales.
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