La juez de Manresa había condenado a los tres acusados por no haber tomado medidas para evitar los vertidos: «Nunca estuvieron autorizados administrativamente, y se producían de manera constante y con el negativo efecto ambiental y para la salud humana», recogía su fallo.
La Audiencia de Barcelona ha obligado a dos exdirectivos y a un extécnico de la empresa minera Iberpotash, y a la propia firma como responsable civil subsidiario, a asumir el coste económico de la recuperación ecológica de las zonas contaminadas por su actividad en los municipios de Súria, Callús, Santpedor y Sallent.
En la sentencia, recogida por Europa Press y que ya es firme, la Sección Octava de la Audiencia confirma esta decisión de un juzgado de Manresa (Barcelona), aunque rebaja de dos años a un año y medio de cárcel la pena por un delito contra los recursos naturales y el medio ambiente para Rafael Eduardo S., Antonio S. y José Ramón M., al contemplar dilaciones indebidas.
La juez de Manresa había condenado a los tres acusados por no haber tomado medidas para evitar los vertidos: «Nunca estuvieron autorizados administrativamente, y se producían de manera constante y con el negativo efecto ambiental y para la salud humana», recogía su fallo.
«ELEVADA SALINIDAD»
Ahora, la Audiencia confirma la condena a Iberpotash como responsable civil subsidiario para la recuperación ambiental «hasta la eliminación de la elevada salinidad y los compuestos orgánicos volátiles que presenten las aguas de los pozos cuyas aguas no pueden ser destinadas al consumo humano o del ganado».
Le obliga a tomar todas las medidas de restauración necesarias «para preservar y mantener el equilibrio ecológico perturbado, así como a asumir el coste económico de la recuperación ecológica» para volver a los valores de salinidad de las aguas ante de la existencia de escombros salinos.
Rafael Eduardo S. era el exdirector de producción de la entidad; Antonio S. el técnico encargado de supervisar los aspectos medioambientales y José Ramón M. consejero delegado de las sociedades Súria K y Potasas de Llobregat, hasta que en 1999 fueron adquiridas por Iberpotash.
ep