Yo reciclo ¿y luego?
En general las personas saben que cuando se deposita el aceite en el contenedor correspondiente, se está evitando que este poderoso agente contaminante acabe en el medio ambiente y afecte a los ecosistemas. Pero lo que muchos ignoran son los procesos a los que se le somete y los muchos productos que se fabrican con él una vez recuperado.
El proceso comienza cuando los contenedores se llenan y los recolectores pasan a por ellos. En algunos casos los aceites se emplean directamente como materias primas y en otros, son llevados a depósitos donde una vez que se acumulan grandes cantidades se procede a realizar un refinamiento que permitirá su recuperación y reutilización.
A los aceites usados se los deshidrata primero, colocándolos en enormes tanques en los que el agua se deposita en el fondo y luego se retira mediante un drenaje (esta agua se limpia y recupera). Al resto se lo hace pasar por unos filtros para retirar los elementos sólidos que pueda contener.
Luego se procede a la desmineralización, que requiere el agregado de ciertas sustancias y calentarlo, lo que culmina en un nuevo proceso de separación por fases y el retirar la acuosa y dejarla que se evapore, se recuperan los detritus (elementos inorgánicos, partículas sólidas, aditivos, etc.) y se eliminan.
El siguiente paso es la PDA o desafaltado por corriente de propano, que se produce dentro de una torre donde se aprovecha la solubilidad de las bases de los aceites en propano, para separarlos del resto de materiales, que son mas pesados y con los que una vez recuperados se puede fabricar asfalto.
La ultima etapa implica destilar el sobrante para conseguir separar los diferentes aceites según su viscosidad y densidad, en livianos, medios y pesados, obteniéndose así la materia prima que luego se enviará a las plantas de fabricación correspondientes, según el producto que se vaya a manufacturar con cada tipo de aceite reciclado.
¿Qué se fabrica con este aceite?
El aceite restante tras las etapas que implica el proceso de reciclado se emplea para fabricar infinidad de productos, como los agentes de desmolde de metales o de hormigón, los lubricantes y aditivos, como combustible para quemadores industriales, para preparar aceites de corte, transformadores o hidráulicos, etc.
Con una parte de los aceites que sufren procesos más sencillos de reciclaje (deshidratación y filtrado) se puede fabricar velas, betunes, pinturas, jabones, asfaltos para impermeabilización de azoteas en forma de telas y para colocar en rutas y carreteras.
Por Sandra MG para ‘El Periódico Verde’