Una operación de este tipo, a unos 5.500 metros de profundidad, es la única solución real para aliviar la presión y tapar el pozo existente, reconoció Mullen en una conferencia organizada por la Navy League. «Eso llevará unos 90 días si tenemos suerte», previno.
Entretanto, se está llevando a cabo un esfuerzo sin precedentes para bombear dispersores de crudo hasta el pozo, en lugar de usarlos solo en la superficie, añadió Allen. Por el momento parece haber conseguido diluir el crudo antes de que llegue a la superficie, aclaró, precisando que si los análisis posteriores confirman esto, «intentaremos llegar a toda velocidad a la fuente del vertido». Pero, previno, en último término la solución pasa por la construcción de un pozo auxiliar paralelo al existente.
ECOticias.com – ep