Badiola ha comentado que los animales pueden enterrarse si no se pueden llevar a plantas de residuo, en relación a las quejas de los vecinos de la localidad zamorana de Santa Cruz de Abanes sobre el hedor que desprende el casi centenar de ciervos muertos en la Reserva de la Sierra de la Culebra y que todavía nadie ha recogido.
De esta manera, ha explicado que «no se debe dejar que los cuervos u otros animales carroñeros se coman los cadáveres de animales muertos por enfermedad» y que deben ser enterrados en lugares apropiados porque, a su juicio, «para eso están los servicios de los parques».
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